La Festa da Troita de Ponte Caldelas hubiese cumplido este fin de semana 54 años y, pese a su larga trayectoria, solo la crisis de la covid-19 ha motivado su cancelación en una única ocasión.
Por ese motivo, para paliar la sensación de pérdida por el profundo arraigo de esta cita, dos establecimientos del municipio han decidido, en colaboración con el Concello, ofrecer una versión confinada del evento, consistente en facilitar las degustaciones de la receta más tradicional de esta fecha, bien en las terrazas, o en la sala de comedor del mismo.
La degustación, igual que hubiese sucedido en el caso de que se celebrase la fiesta en su formato convencional, se inició este sábado, con cierta timidez, en cuanto a la afluencia de clientes, pero, con una cantidad de fieles que no han querido perder la ocasión de reencontrarse con el plato estrella de la fiesta: las truchas fritas.
[Clientes dentro de El Puente. RAFA FARIÑA]
En los dos casos, la trucha, en tapa o en raciones para llevar, se sirvió frita y con una loncha de panceta o de jamón en su interior. Tanto el Bar Alameda como el Bar Puente prometen seguir este domingo con la distribución de truchas, previo encargo, a los residentes en la villa o a quienes quieran acercarse a degustarlas. Además de la delicatessen del Verdugo, en el caso del Bar Alameda, también está anunciada la presencia de un pulpeiro que contribuirá a generar un ambiente festivo en la zona central del casco urbano.
