La viuda del crimen de Ponte Caldelas vivía "aterrorizada" por el acusado

Sandra M.A. asegura que a ella y a la víctima los "tenía amenazados"
Declaración de la viuda ante la jueza. GONZALO GARCÍA
photo_camera Declaración de la viuda ante la jueza. GONZALO GARCÍA

Sandra M.A., la viuda del hombre asesinado en Ponte Caldelas, ha asegurado que el autor confeso del crimen, Marcos Vidal González, estaba "obsesionado" con ella, tenía al matrimonio "amenazado de muerte" y ella vivía "aterrorizada".

La mujer, que ha declarado ante el tribunal de la Audiencia de Pontevedra en la sesión vespertina de este primer día de juicio, ha explicado que lo que mantuvo con el acusado durante la separación temporal de la pareja "para mí no fue una relación sentimental".

"Intentamos conocernos un poco más pero yo me di cuenta de que era una persona agresiva y no continué con la relación", ha señalado Sandra M.A., que ha añadido que intentó que quedasen "como amigos" pero él "ya estaba obsesionado".

A preguntas del fiscal, la viuda ha detallado cómo Marcos Vidal le "obligaba" a llamarle a diario por teléfono o que incluso la llevó a un viaje a Asturias para evitar que "hiciera daño a Manuel o a mí", y ha asegurado que vivía "aterrorizada".

Tras romper esta relación y regresar con su marido, la pareja dejó de vivir junta unas semanas "porque nos tenía amenazados" y, según la mujer, "nos mataría si nos veía juntos".

El día del crimen, ha recordado la viuda, intentó ponerse en contacto con la víctima "hasta cuatro o cinco veces" y cuando logró comunicarse con él por teléfono escuchó cómo éste gritaba "¡no, Marcos, no!".

En esta conversación telefónica, realizada por el acusado desde el móvil de la víctima, "él me dijo: lo maté, ven aquí a limpiar la sangre", según ha relatado la mujer.

Sandra M.A., que llegó a estar investigada por este crimen, ha reconocido que nunca denunció a Marcos Vidal ante las autoridades porque un día le advirtió que lo haría y, según su relato, "me dijo que de la cárcel se salía y vendría a por mí".

Por su parte, una amiga de la viuda explicó que la veía "ilusionada" con su relación con Marcos Vidal pero "duró poco" porque éste "empezó a acosarla y a vigilarla" o a realizar amenazas que ella misma llegó a presenciar cuando "les amenazó con hacerle daño a hachazos".

"Yo la creía porque veía que tenía miedo. Incluso llegué a tener miedo hasta yo", afirmó.

Ante el tribunal también ha declarado el hermano del acusado, al que éste llamó tras cometer el crimen, regresar a su casa en Soutomaior y cambiarse de ropa para que lo llevara de vuelta a Ponte Caldelas para entregarse a la Guardia Civil.

"Me dijo que Sandra le había engañado y que había chimpado -matado- al tipo", ha reconocido el hermano en el juicio, algo que no pensó que fuera "en serio" porque estaba "muy enamorado" de la mujer e incluso tenían planes para vivir juntos.

La hermana de la víctima ha corroborado que éste sabía que Sandra había mantenido una relación con el acusado, pero no se sentía amenazado por él porque "cuando Marcos le veía, se acobardaba y siempre bajaba la cabeza". 

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