La romería del Santo Cristo da Agonía de Xende, en A Lama, volvió a reunir este fin de semana a cientos de personas en torno al emblemático santuario en un encuentro religioso que es, sin duda, el que mayor pasión despierta entre los vecinos del municipio y localidades aledañas.
El programa de esta romería contó, como es habitual con varias misas de mañana y tarde en honor al santísimo, decenas de personas que quisieron rezar al santo, encender una vela o realizar un exvoto en el templo, entre cada uno de los oficios y una misa solemne en la que se contaba con la participación del obispo, Luís Quinteiro Fiuza.
Lo que no hubo en esta ocasión fue la oportunidad de ver una de las tradiciones más arraigadas en este templo, las procesiones portando ataúdes con personas dentro que se ofrecen solicitando favores al santo, sobre todo, relacionados con la salud propia o la de algún allegado o familiar. El cura párroco David Dosantos manifestó durante la semana que sí había una persona interesada en participar de este modo, motivo por el que en el exterior del templo estaba preparado un ataúd para tal finalidad, pero, finalmente, la tradicional procesión estuvo integrada únicamente por los santos que alberga el templo de Xende, acompañados de las múltiples y emblemáticas imágenes sacras de las distintas parroquias de A Lama y, por primera vez, la emblemática imagen de Nosa Señora das Ermidas, una de las santas con mayor devoción en toda la comarca, que cuenta con un majestuoso carruaje para procesionar y que no es habitual en este encuentro.
De hecho, el párroco de las feligresías del Verdugo, David Dosantos, explicó en el perfil oficial de Facebook de estas feligresías (Unidad Pastoral del Verdugo), que esta era la primera vez que la emblemática imagen era desplazada a Xende al templo del Santo Cristo. Dosantos celebró haber podido propiciar el encuentro entre "estas dos imágenes tan veneradas en nuestro entorno, por desgracia hasta la fecha se tenían algo así como competencia cuando lo que son es Madre e Hijo".
En el encuentro participaron colaboradores del santuario de As Ermidas que engalanaron a la santa y cuidaron de que en todo momento, la imagen estuviese protegida y fuese trasladada con el mayor mimo.
Al margen de este momento de unión, en la procesión concurrió otro santo invitado: la imagen de San Brais de Briallos, Portas que discurrió acompañando al resto de la comitiva. Más allá de la crónica religiosa, la fiesta contó con cientos de asistentes, un concierto de la Banda de Música de Tenorio y gran ambiente. Los actos religiosos, con todo, no se terminarán hasta la semana próxima, dado que el día 11 se celebra en este mismo templo el Corpus.
