Por primera vez en los últimos años, la jornada grande de los festejos en honor al Santo Cristo de Xente, en el municipio de A Lama, se quedó sin una de sus imágenes más icónicas. Hay que remontarse varias ediciones atrás para recordar una procesión en la que los ataúdes no se convirtiesen en los grandes protagonistas.
Y es que una de las peculiaridades que caracteriza a estos actos religiosos es la procesión, en la que los fieles transportan féretros donde los ofrecidos dan este paso para conseguir o pagar simbólicamente algún favor del santo patrón. Se trata de cuestiones que, por lo general, tienen que ver con la salud.
No obstante, aunque el número de romeros sigue contándose por centenares, en esta ocasión ningún vecino se ofreció para ser transportado en un ataúd, por lo que la procesión principal contó con las imágenes de los santos como grandes protagonistas. Ya en ediciones anteriores estuvo a punto de darse esta circunstancia, toda vez que, tanto en 2016 como 2017, la petición in extremis de un vecino impidió que la marcha quedase vacía (lo habitual es que los fieles interesados en participar como ofrecidos informen de su deseo al párroco con unos días de antelación). Tal y como explicaron fuentes del Concello de A Lama, no es la primera vez que se da esta situación, que contrasta con las ediciones en las que llegaron a transportarse hasta cuatro féretros.
