La Xunta declara caducado el expediente de extinción de un encoro de 121 años

El Salto do Inferno, cuya eliminación pide Pladever, volvió a funcionar tras archivar Augas de Galicia un expediente que no se completó en 20 meses
Un momento en el inicio del trámite de extinción. GONZALO GARCÍA
photo_camera Un momento en el inicio del trámite de extinción. GONZALO GARCÍA

Decepción con mayúsculas entre los integrantes de Pladever, A Rente do Chan, las fuerzas políticas de Soutomaior y Ponte Caldelas y los colectivos ambientalistas de la comarca que pedían la eliminación de la presa de Ponte do Inferno, al conocerse este jueves que la extinción del permiso del salto hidroeléctrico no será realidad en un breve plazo, sino todo lo contrario.

Membros de Pladever con  integrantes de Ams ríos con vida nunha inspección ao Salto do Inferno para constatar que non cumple coa normativa ambiental. CEDIDALa noticia la desveló Pladever: la Xunta les comunicó que lo que ha caducado ha sido su propio expediente de caducidad. Así, el procedimiento para extinguir la concesión de caudal de la presa (un salto de nueve metros de altura, sin pasos ecológicos, que tiene 121 años y cuya primera concesión se realizó en 1899) ha expirado sin ser resuelto. Para explicarlo más claramente, desde Pladever recuerdan que en 2018 ellos iniciaron la tramitación ante Medio Ambiente, "dunha caducidade de permiso que medio Ambiente xa tiña que ter feito de oficio, ao rematar a vixencia en 2017". 

El salto estaba entonces en situación de alegalidad, al no conseguir la ampliación de su plazo de explotación, entre otras cosas, por no adaptar el proyecto e incluír los pasos de fauna y elementos ambientales que son necesarios para adecuar esta obra de ingeniería de más de cien años a los preceptos de protección ambiental de los cauces fluviales en toda la UE.

Augas de Galicia inició el procedimiento a instancias de Pladever, pero no bastaron los 18 meses que estipula la ley para rematarlo, ni tampoco los dos meses añadidos a los procedimientos administrativos para compensar el parón del Estado de Alarma. Como consecuencia, la entidad autonómica decidió declarar caducado su propio expediente, archivarlo y devolver vigencia al permiso de explotación para no causar daño con su inacción a la empresa. El proceso de caducidad se puede reiniciar sumando todos los actos administrativos ya realizados, es decir, que no partiría de cero.

Pladever había iniciado una recogida de apoyos para pedir que se eliminase físicamente el salto, al entender que el expediente iba a culminar a su favor. Esas mismas firmas, recogidas hace menos de una semana, entre las que están la del alcalde de Soutomaior y el presidente de la Confraría de Arcade, respaldaban la importancia que tendrá devolver a este río su caudal ecológico en el tramo final, con alta influencia en las aguas de la ensenada de San Simón y sus bancos marisqueros. Pladever indicó que "vista a marcha do expediente e que a empresa deixou de turbinar no verán, pensabamos que estabamos cerca do final". La empresa, Elecdey (filial de Fenosa Wind, que a su vez pertenece a Naturgy), volvió a encender turbinas en el momento en que la Xunta archivó este expediente.

Pladevee estudiará los pasos a seguir ante esta situación. El BNG recalca que nunca tuvo respuesta en el Parlamento a sus preguntas sobre el salto

La asociación ecologista ya anunció que se reunirá para analizar cómo continuar con su lucha. ¿Por qué no dio tiempo a completar este proceso administrativo en dos años? ¿Qué tramites faltaban?, o ¿por qué prefiere la Xunta ampliar el permiso de la empresa si este estaba en precario desde 2017 a ampliar un procedimiento ya iniciado? Son incógnitas que la asociación desconoce de momento pero que quiere aclarar.

El BNG también mostró estupefacción. El diputado autonómico y portavoz en Soutomaior, Manu Lourenzo, consideró "un escándalo", esta decisióna. "O Plan Hidrolóxico establecía que a concesión deste salto para a explotación hidroeléctrica finalizaba no ano 2017. A pesar de que o BNG rexistrara iniciativas no Parlamento para esixir que se informase sobre cal era o estado dos trámites, a Xunta nin sequera contestou estes requirimentos e deixou caducar este expediente", lamenta Lourenzo.

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