Tres días después de que los montes de Cerdedo-Cotobade fuesen escenario de uno de los campeonatos de caza de zorro más polémicos de los registrados en los últimos años, todavía se desconoce la cantidad de denuncias presentadas en el ámbito policial o en el administrativo respecto a esta accidentada edición.
A pesar de que tanto los cazadores como los activistas que participaron en las acciones de boicot abandonaron el escenario prometiendo demandarse mutuamente, la Guardia Civil no disponía este lunes del dato definitivo sobre las denuncias existentes. Del mismo modo, la Administración autonómica no tenía constancia de que en ninguna de las delegaciones o en la vía telemática se hubiesen presentado denuncias por ninguna de las dos partes.
La Xunta recuerda, frente a las incidencias registradas en Pontevedra, que "estas competicións de caza son autorizadas conforme ás disposicións establecidas na Lei 13/2013 de caza de Galicia e demais normativa en desenvolvemento, polo que a autorización para estas actividades faise en estrito cumprimento da legalidade vixente, e a Consellería vixía para que estas actividades se leven a cabo cumprindo escrupulosamente coas condicións impostas nas autorizacións correspondentes".
Precisamente, parte de la labor realizada por grupos ecologistas como Libera, que participaron en las acciones desarrolladas en A Coruña y Pontevedra, se centró en tomar nota de todas las posibles infracciones legales.
Con respecto a la presencia de animalistas en el monte, la Administración autonómica entiende que se produce en un contexto global y la circunscribe al panorama nacional. "A situación que se está a rexistrar en torno á dita prática deportiva non é exlusiva da comunidade autónoma de Galicia, senón que noutras rexións están a vivir as mesmas circunstancias", apuntan.
Ademas, recalcan que "o Parlamento de Galicia aprobou unha emenda para instar ao Goberno central a iniciar un debate a nivel nacional sobre a viabilidade de manter a realización deste tipo de competición de caza do raposo dentro do marco legal existente, tanto no ámbito cinexético como no deportivo".
En cuanto a la judicialización de los enfrentamientos, está por ver el interés de ecologistas y cazadores por encontrarse en los juzgados o ante la inspección administrativa. Así, solo algunas de las irregularidades leves que los ecologistas citaron durante la jornada del sábado llegaron a plasmarse de un modo documentado en la única demanda de la que hay constancia: la presentada por Libera este lunes (por vía telemática) ante Medio Ambiente. La asociación, a su vez, niega ataques con pimienta a los perros y, aunque sí rechaza "os episodios de insultos e mala educación", recuerda que la asistencia al boicot era libre, no abanderada por ningún colectivo.
Se considera infracción leve de la ley 13/2013 participar en las cacerías sin prendas de alta visibilidad como las exigidas para estas batidas.
Sin pegatinas distintivas
Libera documentó en Cerdedo la existencia de remolques que no llevaban pegatina de Animales vivos, aunque la infracción sería de tráfico.
Fogatas en el monte
La misma asociación descubrió a un grupo de cazadores que prendió una fogata y se pregunta si este supuesto está previsto en la ley.
Con armas desenfundada
Sucedió en el provincial de A Coruña. Los cazadores no pueden ir a su puesto o salir de él con las armas desenfundadas, como se ve en la foto.
AGRESIÓN. Un caso distinto es el de la presunta agresión por parte de un cazador a un hombre que participaba en el boicot en montes de Cotobade. Fuentes de Libera confirmaron la existencia del incidente y que las personas afectadas habrían preferido poner el asunto en manos de abogados y mantenerlo al margen de los medios por recomendación de los mismos. La misma fuente indica que podría haber un vídeo en el que se recoge el altercado.
Los hechos se produjeron, supuestamente, horas después del inicio de la jornada, cuando una pareja de activistas se encaró con una cuadrilla. Un cazador se habría enfrentado a la mujer y, al interferir el chico para evitar una agresión, acabaría recibiendo un golpe. Algunas fuentes añaden que el cazador le habría encañonado en una o dos ocasiones. Al punto acudió la Guardia Civil y el afectado acabó en un centro de salud.
El asunto, según informó la propia Libera y la Fundación Franz Weber, será llevado al Senado por En Marea, ya que entienden que se debe abrir "un debate urgente sobre la violencia de personas que portan armas de fuego".
En un comunicado de la asociación animalista, comunican que la senadora de En Marea por Pontevedra Vanessa Angustia ha registrado una serie de preguntas "inquiriendo al Gobierno central acerca de la gravedad del hecho", ocurrido en el marco de la que denominan "pseudocompetición".
La senadora ha preguntado sobre un "hipotético endurecimiento legal de las condiciones para obtener una licencia de armas", y también ha hecho una valoración sobre una posible remodelación del proceso para disponer de licencia de caza. Según informa Libera, este aspecto corresponde a las comunidades autónomas, por lo que también sugiere "un procedimiento negociado con las mismas".
La polémica por la supuesta agresión llegó incluso a la conocida publicación Jara y Sedal, que se hizo eco del suceso. Todo esto provocó una avalancha de críticas hacia los animalistas, llegando en muchas ocasiones a las intimidaciones personales –Libera asegura que tiene información sobre mensajes en los que se amenaza con "meter un tiro" a los críticos con la caza–.
FAKE NEWS. Por último, Libera continúa adelante con su recaudación de fondos, iniciada a finales del pasado mes de diciembre, con el fin de sufragarse los servicios de un despacho de abogados. El motivo, en este caso, es el de hacer frente a las "graves acusaciones" y "mentiras sobre nuestro activismo en defensa de los animales" lanzadas por parte del "lobby de los cazadores".
