La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra emitirá un dictamen condenatorio tras el acuerdo anunciado por las partes en litigio. En virtud del mismo, Constante Sánchez y José Manuel González Cruz, autores confesos de la muerte de Pilar Fernández Otero en el marco de un robo en su casa de Ramallás (Lérez) en julio de 2016, serán condenados a sendas penas de 15 años de prisión, de los cuales se les descontarán los dos que ya llevan recluidos en el centro penitenciario de A Lama, desde que fueron arrestados por la Policía Nacional de Pontevedra.
La sentencia, que tendrá que ser redactada ahora por la presidenta del tribunal, partirá del veredicto de culpabilidad emitido por el tribunal popular y de la petición de cárcel propuesta en última instancia por la fiscal del caso, Marta Durántez, que rebajó de 28 a 15 años la solicitud dadas las atenuantes que concurren en el caso de ambos investigados: la drogadicción, por una parte, y la confesión de los hechos, por otra.
La sesión plenaria sirvió para que las circunstancias de la muerte de la octogenaria de Ramallás quedasen plenamente acreditadas, tanto por el propio reconocimiento realizado por los investigados como por la intervención de las médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga), que explicaron con todo lujo de detalles la procedencia de los golpes que provocaron las lesiones a la anciana, que finalmente serían mortales de necesidad.
Los quince años de cárcel se desglosan en tres y medio por el delito de robo con intimidación y violencia (en el que los cacos se apropiaron de varias joyas por las que obtuvieron más de 300 euros durante la tarde y de 35 euros ya de madrugada) y once años y medio de prisión por el delito de homicidio agravado por abuso de superioridad y empleo de disfraz, un hecho ocurrido en la madrugada del 30 de julio y que concluyó con Pilar Fernández en el suelo, ensangrentada y con gravísimas lesiones internas que no pudo superar en el hospital, donde falleció el 10 de septiembre.
