La reparación del daño (consignó en el juzgado la cantidad defraudada) y el reconocimiento expreso de los hechos que se le atribuyen sirvió a un joven de nacionalidad rumana para eludir, al menos por ahora, el ingreso en prisión, tras confesar ser autor de un delito de falsificación de moneda, después de efectuar al menos seis transacciones con billetes que imitaban a los de 50 y 100 euros en diversos establecimientos de Ponteareas.
El investigado, además, contó a su favor con la circunstancia atenuante de drogadicción en el momento de cometer los hechos, delito perpetrado en compañía de otra persona que no pudo ser identificada.
Así, la pena impuesta de dos años quedará en suspenso siempre que el investigado pague la multa que se le ha impuesto y no cometa delito alguno en ese mismo plazo de dos años. El Ministerio Fiscal no se opuso a la suspensión.