El cierre autonómico deja una Semana Santa con alojamientos bajo mínimos

Solo la mitad de las viviendas turísticas funcionaron y en Sanxenxo únicamente abrieron sus puertas el 25% de los hoteles ►La ocupación, aunque dispar, dio para cubrir el expediente
El Paseo de Silgar en una de las jornadas de la recién terminada Semana Santa. GONZALO GARCÍA
photo_camera El Paseo de Silgar en una de las jornadas de la recién terminada Semana Santa. GONZALO GARCÍA
Lejos quedan las Semanas Santas con hoteles a pleno rendimiento y viviendas turísticas haciendo el agosto en pleno mes de marzo o de abril. La pandemia deja ahora una realidad bien distinta: la de unas Rías Baixas con buena parte de los alojamientos cerrados y con un índice de ocupación que apenas dio para cubrir el expediente en aquellos que decidieron abrir sus puertas.

Según explicó Dulcinea Aguín, presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga), las restricciones a la movilidad entre comunidades autónomas pasó factura a los negocios que viven del turismo, teniendo en cuenta que la mayor parte de los visitantes que otros años solían llenar habitaciones en Semana Santa procedían de otros puntos del territorio nacional.

"En el caso de las viviendas turísticas, funcionamos muchísimo con gente que viene de Asturias, Castilla y León y de Madrid. Al faltar ese público a causa del cierre perimetral autonómico, realmente nos limitó mucho la actividad", indicó.

A esta restricción se sumó la prohibición de reuniones de no convivientes. "Semana Santa es un período en el que eran típicas las escapadas con amigos. Eso también faltó este año", precisó Aguín, que añadió que con todos estos condicionantes el nivel de ocupación fue escaso y bastante dispar dependiendo de la zona.

"Obviamente, fue mejor que el año pasado con el confinamiento, pero nada que ver con otras Semanas Santas. Además, en esta ocasión las estancias fueron muy cortas, incluso de un solo día", explicó la presidenta de Aviturga.

JORNADAS ACTIVAS. Los días de mayor actividad fueron el viernes, sábado y domingo y quienes ayudaron a cubrir el expediente fueron los visitantes procedentes de las demás provincias gallegas, especialmente de Lugo.

En palabras de Dulcinea Aguín, solo la mitad de las viviendas de uso turístico funcionaron estas jornadas, mientras que la otra mitad optaron por permanecer cerradas. Los concellos que registraron un mayor movimiento fueron Sanxenxo, Cambados y Cangas, mientras que en Pontevedra y Vigo la ocupación de las casas turísticas fue más floja y los visitantes se decataron más por hoteles.

"Son dos alternativas que ofrecen ventajas diferentes. En las viviendas tienes la libertad de poder comer o cenar en casa, algo de agradecer ante las restricciones en los bares y restaurantes", destacó la portavoz de Aviturga.

HOTELES. Precisamente, el panorama tampoco fue alentador para los hoteles. En la ciudad de Pontevedra y a falta del balance de la Asociación de Hoteleros presidida por Paula Lourido, algunos alojamientos señalaron una ocupación de entre el 20 y el 30%.

En el caso de Sanxenxo, apenas estuvieron abiertos un 25% de ellos, lo que se tradujo en unas 1.500 plazas hoteleras activas de las más de 9.000 con las que cuenta el municipio, según indicó el Consorcio de Empresarios Turísticos (Cets). En los que sí abrieron, la ocupación media fue del 51%, mientras que los apartamentos turísticos alcanzaron un 40% y los cámpings un 33%.

"La comunicación de que Sanxenxo pasaba al nivel medio-alto de restricciones supuso un frenazo total en el ritmo de reservas", explicó el presidente del Consorcio, Alfonso Martínez. El cambio en las restricciones generó, además, muchas dudas entre quienes habían optado por visitar el concello, así como modificaciones y cancelaciones de reservas. "El hecho de no poder trabajar en el interior de los establecimientos hosteleros ha sido un verdadero varapalo", aseguró Martínez, quien destacó que la prioridad para el sector "siempre ha sido el cumplimiento de las restricciones y el escrupuloso seguimiento de las normas establecidas, aunque estamos viendo que muchas de ellas no tengan casi impacto en los contagios pero sí suponen un gran golpe para el sector. Nos resignamos pero a veces hay medidas que resultan incompresibles y, lo que es peor, inútiles", reflexionó el presidente de Cets.


La previsión. El sector mira con esperanza el verano, para el que ya hay muchas consultas y reservas

 El sector turístico sigue mirando con esperanza al verano, preparándose para poder trabajar con un cierto nivel de normalidad y aplicando siempre los protocolos y las normas vigentes en cada momento. Así lo explicó el presidente del Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo, Alfonso Martínez, quien añadió que "la responsabilidad y el cumplimiento de las normas han estado presentes en cada uno de los pasos que hemos ido dando todo este tiempo y el sector está ahora al límite de su capacidad de resistencia. Ahora es más importante que nunca la responsabilidad individual de todos y el cumplimiento de los  compromisos  adquiridos por todas las administraciones públicas para que se materialicen las ayudas. Estamos en un momento crucial", dijo.

También la presidenta de Aviturga, Dulcinea Aguín, señaló que "en las viviendas turísticas estamos teniendo ya muchas reservas para agosto y sobre todo muchas consultas. Esperemos que podamos trabajar con cierta normalidad".

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