Condenado a 11 años de cárcel por abusar de su cuñada menor en Mos

Los hechos se produjeron entre julio de 2016 y marzo de 2017
Edificio de la Audiencia Provincial. GONZALO GARCÍA
photo_camera Edificio de la Audiencia Provincial. GONZALO GARCÍA

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a 11 años de prisión a un vecino de Mos, como autor de un delito continuado de abuso sexual cometido en la persona de su cuñada, menor de edad, y que sufrió graves secuelas e intentó suicidarse varias veces por estos hechos. 

El tribunal considera probado que, al menos desde julio de 2016 y hasta marzo de 2017, el acusado abusó sexualmente de su cuñada, que entonces tenía 14 años, aprovechando el hecho de que la menor acudía a su domicilio para cuidar al hijo de dos años que el acusado y la hermana de la víctima tenían. 

Cuando se encontraban a solas, ya que la hermana de la víctima trabajaba, el acusado le realizaba tocamientos, le daba besos y mantenía con ella relaciones sexuales completas, todo a pesar del rechazo mostrado por la víctima. Con el tiempo, la niña acabó consintiendo las relaciones, aunque no fue una decisión libre, sino condicionada por la relación de desigualdad con el acusado, en quien confiaba por ser su cuñado. 

Estos abusos, unido a la situación de vulnerabilidad de la menor (tenía problemas de acoso escolar y en la relación con sus padres), provocaron en la víctima un estado de ansiedad y un trastorno que la llevaron a intentar suicidarse en tres ocasiones, en las que acabó ingresada en el hospital. 

Precisamente, a raíz del tercer intento de suicidio, la niña acabó confesando a los psiquiatras la relación que mantenía con su cuñado, y sus sentimientos por el hecho de hacerlo a espaldas de su hermana. Ni la menor ni su familia denunciaron los hechos, sino que fue la Fiscalía la que actuó, a raíz de los partes médicos.

SECUELAS. Debido a los episodios de abusos, la niña desarrolló un trastorno adaptativo depresivo, con conductas de riesgo y verbalización suicida, que solo se moderó después de ser ingresada por tercera vez y de que se descubriesen los hechos, momento en que dejó de tener contacto con su cuñado.

En todo caso, la menor sufre secuelas emocionales por lo ocurrido, y padece un trastorno adaptativo con alteración de emociones. De hechos, las forenses que la observaron concluyeron que su relato era creíble y no había indicios de fabulación, a pesar de que el acusado señaló en el juicio que era la niña la que se le insinuaba y que empezó a autolesionarse cuando él la rechazó.

Por contra, los informes periciales señalan que la víctima mantuvo un relato coherente, del que no se infería animosidad espúrea contra el acusado.

DELITO Y PENA. Ante estos hechos, la Audiencia ha declarado al acusado autor de un delito continuado de abuso sexual sobre menor de 16 años y lo ha condenado a 11 años de cárcel.

Asimismo, establece para él la medida de libertad vigilada durante 5 años una vez que salga de prisión, y le prohíbe acercarse o comunicarse con su sobrina durante 12 años. Además, deberá indemnizar a la joven en 10.000 euros por los daños morales.