A pesar de que los casos activos se han desplomado de forma notable en los últimos días, el Comité Clínico de la Xunta ha decidido mantener las restricciones vigentes en los concellos del área sanitaria que se encontraban intervenidos, esto es Pontevedra, Poio, Marín, Cambados, Meis, Sanxenxo, Vilagarcía y Vilanova de Arousa.
La decisión se sustenta en hasta 30 parámetros epidemiológicos distintos, entre los que destaca el número de casos diagnosticados en los últimos quince días, el índice de positivos que se localizan en los rastreos o la capacidad de reproductividad que presenta el virus. Los expertos consideran que todavía hay indicadores que hacen concluir que los brotes activos no están del todo controlados, por lo que recomiendan mantener limitados los aforos de los establecimientos y vetadas ciertos eventos, como las fiestas y verbenas. Esta es la situación en cada uno de los ayuntamientos afectados:
El concello de Pontevedra ha registrado en las últimas 24 horas un bajón notable en el número de casos activos hasta quedarse en los 146, 32 menos que el día anterior. No obstante, sigue siendo un territorio que merece supervisión porque, pese a las altas (que se han agilizado suprimiendo las PCR a los positivos asintomáticos), continúa registrando un alto nivel de resultados positivos. De hecho, junto a Vilagarcía de Arousa, es el único que presentaba ayer alerta naranja en los dos mapas de alertas covid que ha empezado a publicar la Xunta, tanto en el de los casos diagnosticados en los últimos siete días como en el de la última quincena. Según este semáforo de Sanidade, en Pontevedra se están detectando entre 48 y 96 casos al día, lo que le hace permanecer anclado en el nivel dos de alerta (el máximo es tres).
Poio bajó este miércoles a los 23 activos, cuatro menos que en el parte anterior, pero de nuevo los expertos advierten motivos para mantener unas limitaciones que el propio Ayuntamiento ha decidido completar con medidas extra, como la suspensión de los eventos culturales. Este miércoles mismo el concello entraba en alerta naranja por los contagios localizados en la última semana (entre 14 y 21), además de mantener la alerta amarilla por los acumulados en la última quincena.
Marín ha seguido la misma evolución y ha visto que el número de pacientes con la enfermedad activa ha bajado a 37 (cinco menos). Los datos llevaron ayer a la alcaldesa, María Ramallo, a hablar de una "buena tendencia", pero con la misma prudencia con la que se pronuncian los expertos, pues "sigue habiendo positivos". En este caso, según han referido los informes publicados hasta la fecha, uno de los grandes hándicaps es que buena parte de los contagiados son jóvenes asintomáticos, un perfil que ayuda a expandir el virus sin levantar sospechas.
La situación epidemiológica ha hecho que el ayuntamiento esté en alerta naranja por los casos confirmados en los últimos 14 días (entre 28 y 42) y en alerta amarilla por los localizados durante la última semana (entre siete y catorce). Vilagarcía cuenta con 38 casos activos, 19 menos que cuando comenzaron las restricciones, pero sigue registrando nuevos positivos con frecuencia, tal y como advierte el semáforo, que tiñe de color naranja la villa vilagarciana por los diagnósticos de los últimos días.
Vilanova de Arousa (20 casos), Sanxenxo (16) y Cambados (22) se encuentran en alerta amarilla en los dos mapas de alertas, mientras Meis (actualmente con once positivos) es el único que, aún estando afectado por las restricciones, se encuentra en el nivel de alerta cero.
A estos se suman ejemplos (casi a diario) de concellos del área sanitaria que entran y salen de los mapas de alertas en función del nivel de contagios. En el caso del miércoles, lo más destacado fue la entrada de Caldas de Reis en alerta amarilla por los contagios de los últimos siete días y la salida de otros como Moraña o Cerdedo-Cotobade por el descenso de las tasas que examinan los expertos.
LIMITACIONES. Las restricciones vigentes prohíben las fiestas y verbenas, limitan las reuniones a un máximo de diez personas, suspenden las visitas a residencias de mayores, suponen el cierre de los centros de día y restringen al 50% el aforo en los comercios y locales de restauración. Además, reduce al 75% el aforo de las te rrazas y prohíbe el consumo en barra. Las bodas en exterior están condicionadas a un máximo de 100 asistentes y las de interior a un tope de 50. Los velatorios y entierros tienen un limite de 25 asistentes en exterior y 10 en interior.
