Jessica Rodríguez, maestra de Tercero de Primaria del Ceip Doutor Suárez en Fornelos de Montes desde hace un año, se ha autodenominado, junto a sus alumnos, "cabezas de allo".
La metáfora la utilizan para indicar que cada uno de ellos representa un diente de ajo pero, unidos, conforman una cabeza llena de pensamientos.
A principio del presente curso, mientras leían un libro sobre el poder de ayudar a los demás, se les ocurrió la idea de diseñar y comercializar unas camisetas solidarias. Ahí surgió la creatividad de los más pequeños, que comenzaron a indagar qué podrían hacer para ayudar tal y como hacían los personajes del cuento. Jessica tomó la iniciativa y les planteó que la venta de camisetas sirviese para ayudar a alguna asociación, "una que trabajase con niños".
La fundación Bicos de papel tiene su origen en un grupo de familias que viven la experiencia de tener un hijo con cáncer. Conocedora de primera mano de todos los altibajos y retos que conlleva este diagnóstico, apoya a los ingresados en Oncología del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.
Los niños han estado implicados desde el minuto uno en este proyecto; ellos fueron quienes dibujaron los diseños de "O Fedelleiro", un diente de ajo científico, y "Pintacor", el diente artista. Sus trazos infantiles pasaron a manos de un profesional para digitalizarlos y así se hicieron realidad en forma de camisetas. "La acogida de esta iniciativa solidaria ha sido maravillosa", afirma la tutora, pues a día de hoy han vendido más de 200 unidades, desde tallas muy pequeñas hasta la XXXL.
Su precio es de 10 euros y cualquier interesado en adquirir una puede hacerlo a través de sus páginas de Facebook e Instagram "Cabezas de allo".
La campaña se mantendrá hasta final de curso, siguiendo el plan previsto. Sin embargo, la profesora confirma que "se podría retomar el próximo año escolar y mantenerla". La docente inculca a los pequeños de su clase los valores que debemos aplicar en la vida, como la solidaridad, la bondad, la empatía, el amor y el respeto, entre otros.
Los alumnos son conscientes de los procesos médicos por los que pasan los niños ingresados en la unidad oncológica y entienden que la colaboración que ofrecen es importantísima; más ahora, en medio de una pandemia.
