Drástica caída en el número de incendios registrados en lo que va de 2021 en todos los concellos del distrito forestal XIX, al que pertenece la comarca de Pontevedra, y cifras alentadoras, en todos los casos menos en uno, el de Cerdedo-Cotobade, con respecto a la capacidad de respuesta ante los fuegos.
La pluviosidad registrada, en especial, en el primer tramo del verano, coincidiendo con la época central de la franja declarada como temporada de alto riesgo de incendios parece haber tenido un peso especial en el balance de la temporada de incendios, según se desprende de los datos que aporta la Consellería de Medio Rural.
Así sucede, al menos, en los 27 concellos que integran el Distrito XIX, sumando las comarcas de Pontevedra, Umia, Salnés y O Morrazo. La situación ha sido tan favorable en términos de incendios que la cifra total de fuegos se redujo a menos de la mitad de los registrados en el año 2020, siendo 59 los incendios declarados en el año 2021, frente a los 130 del año anterior y los 112 del 2019.
En cuanto a la superficie quemada, la mayoría de los municipios afectados por las llamas en ambos años no han superado la hectárea de monte afectado, lo que habla de la capacidad de respuesta de los medios adscritos a este departamento forestal y solo casos puntuales se han registrado daños en más de una hectárea.
Solo cinco de 27 municipios perdieron más de una hectárea
De los 27 concellos, diez sumaron más de 10.000 metros quemados en el año anterior y once lo hicieron en el 2019, mientras que en este ejercicio solo cinco municipios rebasaron ese límite. Cuatro de los mismos ni siquiera alcanzaron las cinco hectáreas.
De todo el distrito destaca el de Cerdedo-Cotobade, que curiosamente, solo en el territorio de Cotobade (Cerdedo se computa en el distrito XVI y además este año no ha registrado ningún incendio), ha visto arder 106,83 hectáreas de monte este año. La totalidad de superficie resultó calcinada en tres fuegos forestales, de los que el más reciente y virulento se produjo el pasado 23 de noviembre llevándose por delate 54,13 hectáreas de monte raso y arbolado en Corredoira y su entorno.
La cifra tiene tanto peso en el cómputo de las cuatro comarcas del distrito, que si se borra este registro quedan solo 14 hectáreas ardidas en 56 incendios (lo que arrojaría una media de afección de 2.500 metros por cada fuego extinguido en lo que va de año).
Solo Cotobade superó las 100 hectáreas
El Concello del canón de pau, con todo, no puede hablar de un mal año en cuanto a la actividad incendiaria, pues sus tradicionales cifras de conatos de fuego y de incendios de consideración cayeron en picado en el presente ejercicio, al alcanzar la décima parte de los fuegos registrados en 2020.
Así, el año pasado se desplegaron medios en un total de 28 incendios que arrasaron 130 hectáreas y que en muchos casos fueron denunciados e investigados por los indicios de ser fruto de una acción intencionada . En contraste con eso, el caso del presente año, sólo tres fuegos afectaron al municipio.
En cuanto a la actividad incendiaria por comarcas, en la de Pontevedra destacan los nueve conatos registrados en la cabecera comarcal que juntos han sumado 1,76 hectáreas y que a su vez reflejan un descenso con respecto a 2020, año en el que hubo 11 fuegos y 40.320 metros afectados.
Pontevedra fue el municipio que registró más fuegos, nueve, seguida de Cangas, con seis y Vilanova, con cinco
A Lama fue el segundo Concello más daminificado este año en la comarca de Pontevedra con 3,20 hectáreas y cuatro incendios.
En la comarca de O Salnés, Vilanova, con cinco fuegos, fue el municipio que más incendios aplacó, pero Vilagarcía con cuatro y 2,16 hectáreas fue el más damnificado. En total, en 2021, ardieron en esta comarca 3,83 hectáreas.
CUNTIS. En cuanto al Umia, Cuntis llama poderosamente la atención por el drástico descenso de registros. Así, de 16 incendios y 47,81 hectáreas del año anterior, ha pasado a dos conatos que juntos no han sumado más de 0,02 hectáreas.
El resto de los concellos han mantenido la tónica descendente salvo el de Moraña que, si bien solo padeció un incendio, perdió en él 1,53 hectáreas, cifra que supera al registro del año anterior.
Marín, Ponte Caldelas, Ribadumia y Pontecesures cierran el año sin llamas
En O Morrazo es Cangas el concello que mantiene el registro más alto y que ha elevado la cifra interanual. Ha pasado de cinco a seis incendios y ha sumado 10.320 metros cuadrados frente a los 4.100 de 2020.
La cantidad de municipios que lleva todo el año sin haber padecido ningún incendio cuadruplica, a su vez, a la de 2020. Ponte Caldelas, Marín, Pontecesures y Ribadumia han pasado el año sin incendios, hito que en 2020 solo alcanzó Campo Lameiro.
De todos estos municipios destaca el de Ponte Caldelas, que llevaba dos años registrando cinco fuegos.
Así, ardió más superficie aunque se mantuvo la tónica de registrar menos fuegos, de hecho la cifra, de 29 incendios, es aproximadamente la mitad que la alcanzada en 2020. En total, los nueve territorios sumaron 208,9 hectáreas afectadas, que contrastan con las 116 que se perdieron en el año anterior en 56 conatos.
Entre los concellos más afectados esta temporada está el de Rodeiro, con una pérdida de 139,56 hectáreas en once fuegos. Se da la circunstancia de que en este municipio se subió con respecto al año anterior tanto en superficie como en cantidad de fuegos. Algo similar sucedió en Dozón, con nueve fuegos, uno más que en 2020, de los que no se pudieron salvar 31,80 hectáreas. A su vez, el territorio de Agolada contó con tres fuegos, lo que supone menos de la mitad que los siete del año anterior, pero las dificultades en la extinción de los mismos han dejado daños en 32,18 hectáreas quemadas frente a las 2,66 del ejercicio anterior.
Destaca Vila de Cruces, que encadena tres años en los que los fuegos no han llegado a los 10.000 metros y Lalín, que al igual que el territorio de Cerdedo, ha llegado al mes de diciembre sin padecer ni un solo incendio. La capital del Deza vivió un año de calma tras padecer nueve fuegos en 2020 y 22 el año anterior.