Las empresas turísticas rechazan el plan de la Xunta para proteger las islas Atlánticas

Para los empresarios, la Xunta "ha optado por la comodidad de prohibir más que por realizar actividades de sensibilización o de conocimiento del medio que permitan obtener su aprovechamiento racional y sostenible"

Vista aérea de Vigo y las Illas Cíes. RAFA FARIÑA
photo_camera Vista aérea de Vigo y las Illas Cíes. RAFA FARIÑA

Una decena de empresas del sector turístico han expresado de forma conjunta su rechazo al plan de gestión de las islas Atlánticas -Cíes, Sálvora y Cortegada- aprobado por la Xunta a finales de diciembre pasado por considerarlo "contrario a la desestacionalización" de sus visitantes.

Las empresas Bahía Sub, Bar O Pirata, Casa Checho, Chiringo Area dos Cans, Cruceros Rías Baixas, Naviera de las Rías Gallegas, Mar de Ons, Rutas Rías Baixas, Spain Kayak y Viveons indican en un comunicado conjunto que el plan rector de la Xunta "va en contra de los intereses de las rías Baixas como reclamo turístico de primer nivel".

El citado plan "nace obsoleto y fuera de la realidad", según las empresas, críticas en particular con la prohibición de establecer una línea regular de transporte marítimo a esas islas durante todo el año, ya que indican que eso perjudica directamente el objetivo de desestacionalizar el turismo.

Consideran "injustificado" el limite diario de 400 personas de acceso a las islas Cíes del 15 de mayo al 15 de septiembre y de 450 personas diarias el resto del año y cuestionan que no se regule las visitas en temporada baja, del 16 de septiembre al 14 de mayo.

"Es un grave error pues no se adaptan a la realidad de la demanda ni al impulso que ha recibido este destino en ferias y simposios internacionales de turismo", señalan en el escrito e indican, a título de comparación, que la playa de As Catedrais (Lugo), un zona de solo ocho hectáreas, tiene un límite de 4.812 personas diarias los 365 días del año.

Por ello, concluyen que el documento de la Xunta ha sido elaborado de manera "apresurada y sin contar con el sector ni con los isleños", dejando muchas cuestiones "pendientes" sobre preservación y conservación de ese archipiélago turístico, incluido el desplazamiento de sus habitantes o el establecimiento de un cupo de pernocta para las casas de alquiler, pensiones, hostales o habitaciones turísticas.

Las restricciones, según los empresarios, no solo "no responden a un objetivo de conservación", sino que además, "perjudican a cualquier contratación en las empresas que directa o indirectamente se vinculan al transporte, hospedaje u hostelería que programan una temporada mínima hasta el 30 de septiembre".

Además, reprochan que "no se ha tenido en cuenta las peculiaridades de la vecina isla de Ons", con un cupo de 1.300 personas al día en sus 470 hectáreas terrestres en temporada alta y 450 el resto del año, cuando la media es de 1.600 a 1.800 por día en agosto.

Para los empresarios, la Xunta "ha optado por la comodidad de prohibir más que por realizar actividades de sensibilización o de conocimiento del medio que permitan obtener su aprovechamiento racional y sostenible", de manera que pide una "reflexión" más profunda para "no perjudicar los intereses turísticos de Galicia y la actividad económica de las rías Baixas".

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