La huelga ha tenido un escaso seguimiento este lunes por parte de la hostelería pontevedresa y la mayoría de los locales se desmarcaron del cierre convocado por una de las mayores patronales del sector en Galicia, Hostalaría.gal, con el que pretendían denunciar la situación insostenible que vive el sector debido a la subida de los precios de los servicios básicos y suministros.
"Ha habido idas y vueltas y al final se decidió el pasado viernes que no se cerraba. Todo se gestó muy rápido y con poca información", explicó la portavoz de la asociación de Hosteleros Empresarios de Pontevedra (Hoempo), Elena Vitoria. "Independientemente de la huelga, ya solo con la subida de las materias primas y de la luz estamos sufriendo un momento muy complejo y esto viene a agravarlo. Pero realmente no podemos permitirnos cerrar un día y si hacemos un cierre patronal o vamos todos o no tiene sentido, porque al final no está teniendo impacto", subraya Vitoria. "Para nosotros cerrar un día es mucho", sentencia.
Por su parte, el presidente de la Federación de Hostelería de Pontevedra (Feprohos), César Ballesteros, se pronunció en los mismos términos e incidió en que la falta de información lleva a una confusión a la hora de entender el cierre patronal. Además, apuntó al escaso tiempo que se ha tenido para planificar el cierre. Eso sí, incidió en el apoyo a las reivindicaciones del sector.
"El propósito que sí compartimos es manifestar la situación tan complicada que se genera con el incremento de los costes tanto de la materia prima como de la energía, que llevan a una situación muy complicada donde muchos establecimientos, que estuvieron protegidos durante el covid, ahora se encuentran que no pueden ajustar plantilla" porque apuestan por mantener los puestos de trabajo, apuntó.
Aunque en general el sector se ha desmarcado del cierre patronal, algunas asociaciones a nivel local sí lo han secundado. Así, la hostelería estradense, además de bajar la verja, organizó una caravana de vehículos —coches particulares, camiones e incluso tractores— y una concentración en la Praza do Concello, en la que participaron alrededor de medio centenar de personas y en el que el presidente de la Plataforma Galega en Defensa da Hostalería, Lois Lopes, leyó un manifiesto en apoyo al sector, denunciando la "extrema gravidade" en la que se encuentra la hostelería gallega, ante lo que reclaman una "solución urxente por parte das administracións".
En Lalín, aunque la Asociación de Hostalería del municipio había anunciado el cierre de los negocios, el apoyo no fue unánime y este lunes algunos negocios decidieron abrir sus puertas como de costumbre.
