La Fiscalía ha ratificado su petición de condena a 24 años de cárcel para un vecino de Ponteareas que el pasado 9 de enero de 2020 intentó asesinar a su ex mujer, de la que tenía una orden de alejamiento, y al hijo de ambos. Además, la fiscal solicita una indemnización de 50.000 euros para la mujer y de 15.000 para el hijo.
Tras las declaraciones, los jueces consideran que está "altamente acreditado" que el hombre es el autor de un delito de asesinato en grado de tentativa cometido contra ambos familiares, agravado además por saltarse la orden de alejamiento que el inculpado tenía sobre su exesposa.
El juicio comenzó pasadas las 10 de la mañana del martes con la declaración del acusado, que basó su defensa en mantener su inocencia ante la fiscal. "Yo no la golpeé", aseguró en varias ocasiones, aunque sí reconoció haber quebrantado la orden de alejamiento para entrar en el domicilio familiar. El hombre inculpado aseguró dejar su coche "a unos 500 metros de la casa porque no quería que me viesen". Una vez en el interior, recuerda que saludó a su ex mujer en la cocina y hablaron, pero "de repente se desmayó y cayó contra un congelador".
En lo que respecta a su hijo Iván, el acusado reconoció este martes ante la fiscal que vio "su coche en el patio", por lo que le llamó cuando su exmujer quedó tendida en el suelo. "Tardó tres o cuatro segundos en llegar", reconoció. En ese momento, el hombre aseguró que "se dirigió a mí, nos agarramos y nos caímos al suelo". Según su versión, el inculpado se asustó con la escena y se marchó del lugar sin pedir ayuda ni advertir a los servicios médicos porque "no tenía el móvil".
A pesar de que con su defensa el acusado trató de justificar su inocencia en el caso, asegurando que no utilizó ningún objeto para golpear a su exmujer, la fiscal consideró solvente la declaración de la que fuera su pareja y el hijo de ambos y sostuvo la acusación al hombre por intento de asesinato, después de que los testigos, además, alegaran ver al joven sangrando por la cabeza y pidiendo auxilio porque su padre estaba matando a su madre.
NO FORZÓ LA PUERTA. El acusado reconoció en su argumento de defensa que se saltó la orden de alejamiento porque Víctor, su otro hijo, le dijo que "podía ir para ducharme y lavar la ropa". Bajo este alegato, el inculpado reconoció que no forzó la puerta y accedió libremente a la casa.