El país menguante podría ser el título de la crónica sobre la realidad demográfica de Galicia. La comunidad autónoma gallega arroja el saldo vegetativo más negativo de España, con 13.522 defunciones más que nacimientos durante 2017. Según el INE, el número de nacimientos registrados el año pasado es el más bajo desde 1996 y el de defunciones el más alto desde 1976. Y la tendencia, por ahora, no mejora.
Reflejo de esta situación es que cada año son menos los nuevos alumnos que se matriculan en los colegios gallegos. Y aunque Pontevedra sigue siendo la ciudad que salva los muebles a la media gallega, también acusa el descenso de natalidad. Así, este año solicitaron plaza en Educación Infantil 750 nuevos alumnos en los centros escolares del municipio, lo que supone la cifra más baja registrada hasta el momento y un 9% menos que hace cinco años (ver cuadro de la página siguiente).
Pese a que la reducción de alumnos va en aumento, este septiembre la caída se ha visto atenuada por las familias de inmigrantes que han llegado a la provincia, la mayor parte de ellas procedentes de Venezuela.
Así lo manifestó el delegado territorial de Educación, César Pérez Ares, que ve con optimismo los datos registrados este año. "Es cierto que hay una tendencia a la baja en matriculación, pero no es tan pronunciada como otros años", señaló. "En este periodo nos hemos encontrado con un número importante de alumnos extranjeros, principalmente procedentes de Venezuela, que han salvado en muchos casos la situación", aseguró el representante provincial de Educación. Otros países de origen de los alumnos matriculados este curso en la provincia son, por este orden, Colombia, Perú, Bolivia, Ecuador y Marruecos. Aunque por el momento no hay una cifra cerrada de alumnos procedentes del extrajero matriculados este año, alrededor de 200 familias inmigrantes solicitaron plaza en los centros escolares de la provincia para el curso 2018-2019.
"Esto ocurre sobre todo en Vigo, Pontevedra y las áreas metropolitanas", manifestó el delegado de Educación. Pérez Ares destacó que el mayor porcentaje de inmigrantes se matriculó en los cursos de Primaria, Secundaria y ciclos de Formación Profesional y el menor en los cursos de Bachillerato.
"En esta última tandada de escolarización hemos notado un pequeño descenso que no fue tan pronunciado como otros años", valoró Pérez Ares, que recordó que "la matrícula siempre está viva y estamos en fase de ubicar a los nuevos alumnos en centros en los que todavía quedan plazas".
CIERRE DE UNIDADES. Una de las consecuencias que tendría la disminución de la natalidad en el ámbito educativo si la tendencia se mantiene sería el progresivo cierre de unidades en los colegios. En relación a este asunto, Pérez Ares recordó que, pese a las cifras, Galicia es una de las pocas comunidades de España que mantiene los Colegios Rurales Agrupados. "No solo no hemos cerrado unidades, sino todo lo contrario. En algunos casos hemos hecho desdobles pero hemos intentado mantener todas las unidades y en otros hemos hecho agrupamientos mínimos", concluyó.
