El detective contratado por familiares de los Miguelianos afirma que eran un "grupo sectario"

La madre de tres miguelianas sostiene que Rosendo "anuló" a sus hijas 

Miguel Rosendo, a su llegada a la Audiencia de Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera Miguel Rosendo, a su llegada a la Audiencia de Pontevedra. GONZALO GARCÍA

El investigador privado que elaboró un informe sobre la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel ha testificado este lunes que sus conclusiones recogen que se trataba de un "grupo sectario" porque, a su criterio, coincide con las actitudes "destructivas" y las "acciones coercitivas y limitativas" que reconoce por su experiencia investigando a "decenas de grupos sectarios". 

En la vigésima sesión del juicio conocido como de los Miguelianos A.G.F., que ha manifestado contar con "35 años de experiencia profesional", ha relatado que uno de los padres que pertenecen a la acusación particular le encargó un informe "sobre los inicios de lo que derivó en el grupo San Miguel y después en la asociación pública de fieles". El investigador ha aseverado que tuvo noticia de que se producían "hábitos sectarios", "ritos de iniciación" y una "despersonalización" de los miembros. 

Sobre las entrevistas que realizó y los cuestionarios que repartió ha sostenido que Miguel Rosendo, líder de los Miguelianos, "determinaba las actividades y acciones de todo tipo de los miembros del grupo". "No hubo infiltración" en la Orden, ha apuntado. Entre otras razones, porque "para llegar al círculo del líder se necesitaba un tiempo" del que no disponían y porque la "asociación como tal, con el control de Miguel, ya no existía" cuando recibió el encargo. 

"Respeto, sumisión, miedo", así ha trasladado el investigador que se expresaron los testimonios que recabó sobre cómo se sentían dentro de la Orden. Asimismo, ha afirmado que el grupo tenía un "ideario cambiante" y que "siempre estaban pendientes de la posibilidad del castigo o la penitencia" por parte de Rosendo; siendo siempre "señalado" el "disidente", que sufría un "aislamiento" del grupo.

AVAL DE LA IGLESIA. Por otra parte, el investigador privado ha destacado que "los creyentes" podían "entender" que "todas las actividades" de la Orden "estaban avaladas por la Iglesia católica" ya que "en su página web" aparecen "el obispo" de la diócesis Tui-Vigo y varios sacerdotes. 

A.G.F. ha expuesto que varios testimonios le "verbalizan" que han "sufrido abusos" pero que "no lo ponen de manifiesto por escrito", por lo que no lo recoge en su informe. A su vez, ha explicado que le hablaron de "prácticas sexuales individuales y en grupo" vinculadas al "engaño, sumisión y sometimiento" para conseguirlas, así como a un estado de "debilidad emocional" de quien las sufre. 

Este informe, sobre el que se ha ratificado, fue entregado a la Policía Judicial junto con la documentación que obtuvo a mayores. En él también recoge que Rosendo practicaba "exorcismos" y que se "autoidentificaba con Dios", al que "solo él podía interpretar".

"NIÑAS ANULADAS". Este lunes también ha declarado en la Audiencia Provincial de Pontevedra la madre de tres 'Miguelianas': I.L.S., acusada en esta causa; M.L.S., casada con el hijo de Rosendo; y A.L.S., que ha declarado ser víctima de presuntos abusos sexuales por parte del líder de la Orden. 

Esta mujer, M.C.S.D., también perteneció al grupo junto con su marido y llegó a residir en las viviendas colindantes a la 'Casa Madre' en el municipio pontevedrés de Mougás. 

M.C.S.D. ha sostenido que sus hijas son "niñas anuladas". "Estaban sumamente pegadas a él. Si mi cabeza estaba poseída por él, mis hijas lo estaban más", ha aseverado a preguntas de la defensa, para añadir que "no se cuestionaba absolutamente nada" mientras permaneció dentro de la Orden y que "nadie lo hacía". 

En su testifical ha relatado que dejó su trabajo para "obedecer" a Rosendo, vendió su piso para irse a vivir a su lado, le entregó diferentes sumas de dinero --le reclaman 23.000 euros según le ha manifestado a la defensa-- y que llegó a entregarle también "joyas". "Como teníamos voto de pobreza nos dijo que teníamos que entregar todo el oro", ha señalado. 

La exmigueliana ha declarado que padeció "insultos", "humillaciones" y "vejaciones" por parte del líder de la Orden, del mismo modo que vio cómo insultaba a su marido, pero que ante situaciones como esa "te encoges y lloras, no puedes hacer otra cosa". 

Además, ha afirmado que Rosendo "era voluble", "no tenía estabilidad emocional ninguna" y hacía que sintiera que no valía para nada. "A mí no me podía ver, yo le llegué a preguntar si es que yo era el demonio", ha manifestado.