Julio negro en la hostelería pontevedresa

El mal tiempo ha afectado a hoteles, bares y restaurantes de la ría y ha vaciado los arenales. Agosto promete más sol y menos nubes

Playa de Silgar en un día de julio. CRISTIAN FERNÁNDEZ
photo_camera Playa de Silgar en un día de julio. CRISTIAN FERNÁNDEZ

Ahora es verano, pero se ha hecho de rogar. Todos los días levantaban las persianas para ver si por fin hacía sol, pero las lluvias y los días nublados han truncado las expectativas de los hoteles, restaurantes y bares de las zonas más turísticas de Pontevedra durante todo el mes de julio.

Las previsiones no podían ser mejores: se esperaba superar el 80% de ocupación en la provincia este verano. Se hablaba del que sería un nuevo verano de récord en Pontevedra, pero no se contó con el tiempo. La inestabilidad climatológica y las numerosas previsiones de lluvias en las principales zonas turísticas han dado un vuelco a todos los pronósticos. 

Muchos turistas han cancelado sus reservas, los restaurantes han ofrecido pocas mesas y los bares no han servido tantas copas. El mal tiempo que acompañó a la mayor parte del mes de julio ha conseguido desestabilizar el sector de los servicios. Mientras que el año pasado la temporada vacacional entre julio y septiembre consiguió una ocupación turística del 82,84%  en las Rías Baixas, y en concreto un 87,7% en la comarca de Pontevedra, a día de hoy no se puede prever si mejorarán los cálculos y si se conseguirá remontar el mes de julio. El pronóstico era muy optimista respecto al turismo rural, en el que se esperaba alcanzar el 69% de media entre julio y agosto, dos puntos más que el año pasado y, a día de hoy, no parece que pueda llegar a cumplirse. 

No está del todo claro si el verano mejorará, aunque la hostelería no pierde la esperanza

El efecto del mal tiempo está pasando factura a los hoteles, restaurantes y bares de las localidades. Esperaban el verano con ganas, ya que es la temporada alta y proporciona la mayoría de sus ingresos. Esto siempre ha sido un inconveniente pero, aun así, en cierta medida se ha podido combatir, ya que la gente que es fiel a pasar sus vacaciones en Galicia no ha dudado en volver. A pesar de ello, los turistas son más difíciles de convencer. Buscan sol y playa, por lo que si el pronóstico es de nubes y chubascos, probablemente descartarán esta opción. Las lluvias consiguen que el turista se decante por otro destino, con el objetivo de desempeñar las típicas actividades de verano, ya que muchas de ellas son imposibles si está lloviendo.

A pesar de todo, el final de mes  ha mejorado y la esperanza de aumentar la ocupación hotelera y llenar los restaurantes y bares está cerca de poder cumplirse. Agosto  seguramente sea más caluroso, habrá una menor presencia de nubes y, por ahora, sin lluvias a la vista, según MeteoGalicia.   

SANXENXO. La pequeña localidad de Sanxenxo, caracterizada por su gran afluencia de turistas en verano, ha sufrido un bajón por el mal tiempo. Fidel Bouzada Pombo, propietario de los hoteles O Son Do Mar, Panadeiramar y Pontus Veretis y del restaurante Fidel, asegura que "el pronóstico del tiempo no nos está matando, nos está rematando. Muchos días pone que habrá tormenta y luego no la hay, por tanto los turistas no vienen. Este mes tengo habitaciones libres, cuando otros años te cansabas de decir que estaba todo lleno. Llevábamos unos años muy buenos, con mucha gente y julio se estaba convirtiendo en una especie de agosto, se había adelantado la temporada. Ahora no sé que ocurrirá, sé que en agosto habrá semanas buenas, pero va a costar remontar", asegura. 

Lo mismo piensa Fabián Fernández, encargado del restaurante Salgadoiro. "No hay tantos turistas como los años anteriores, durante la semana es muy tranquilo, por lo menos los fines de semana hay algo más de gente. De ahora en adelante todo dependerá del tiempo", explica.

 Nerea Toribio y sus amigas han ido desde Valladolid a Sanxenxo por primera vez. "La verdad es que lo pensamos mucho, miramos el tiempo en internet y cada día decía una cosa"

En el bar Albino nadie esperaba que julio fuera así. "No hubo primavera, no hubo Semana Santa y el verano de momento no ha aparecido", dice la dueña, Alexandra Casas. "Ha afectado bastante, espero que mejore, en algún momento vendrá el calor", añade.

Yolanda García ha regresado a Sanxenxo después de 20 años con cuatro amigas de León. A pesar del mal tiempo, no podían cambiar las fechas. "Te lo piensas muy bien antes de venir, miras el tiempo y esperas a que al día siguiente haya cambiado a mejor". Pero de todas formas, asegura, "nos lo esperábamos peor de lo que está y seguro que mejora, somos muy optimistas. Galicia ofrece muchas actividades y hay mucho que ver, el tiempo a veces no acompaña, pero igualmente merece la pena visitarla". 

Alfredo Martínez, encargado del restaurante A Goleta, no duda en decir que "hace mucho que no veía un julio tan malo. Los fines de semana hay más gente pero no como el año pasado. De todas formas, estamos confiados en que en agosto mejorará porque al final la gente que es fiel a Sanxenxo siempre viene". "Tenemos un 20% o un 30 % menos de ocupación frente al año pasado y al ser temporada alta es muy poco, pero bueno, hay que tener fe y esperanza", añade.

Hay quien prefiere esperar para poder hacer un balance del verano al completo, como Jorge Leiro,  trabajador del restaurante Abuelo Bernardo. "Este mes ha sido algo flojo. Entre semana hay algún bajón, pero es mejor hacer la media al final del verano", dice.

Juan Taboada, meteorólogo de MeteoGalicia, explicaba a Diario de Pontevedra a principios de julio que el pronóstico no es del todo fiable

Carlos García y Patricia García viven en Asturias y han estado una semana de vacaciones en Sanxenxo. Confiesan que "miramos muchísimo el tiempo antes de venir, no estábamos muy convencidos pero como eran las vacaciones que teníamos en el trabajo no las íbamos a cancelar. A pesar de los pronósticos, parece que va a mejorar". 

Nerea Toribio y sus amigas han ido desde Valladolid a Sanxenxo por primera vez. "La verdad es que lo pensamos mucho, miramos el tiempo en internet y cada día decía una cosa, al final nos decidimos y venimos. En el fondo no nos hemos arrepentido, estos últimos días ha mejorado el tiempo", explican.

POIO. En el municipio de Poio, Combarro destaca como zona turística por su casco antiguo, con una gran cantidad de hórreos y cruceiros que atraen a muchos turistas todos los años y en especial,  en verano. 

El restaurante Arroyo, Mar y Tierra, dirigido por Juan, no se esperaban que julio fuese así. "Pensé que habría más auge". Aunque, en su caso, le compensa que el tiempo esté nublado ya que "así la gente pasea y hay más movimiento por el pueblo. Lo que hace más daño es la lluvia.  El verano está siendo bastante inferior a otros años, se nota mucho la diferencia pero tenemos la esperanza de que mejore", comenta.

En el restaurante H. Puerto, Laura Currás Fernández cuenta que en todos los años que ha estado trabajando no recuerda un julio tan gris. "Estuvo muy malo, pero bueno, espero que de ahora en adelante tengamos buen tiempo", dice. En A Taberna de Juan, que ha abierto hace poco, esperaban que en el mes de julio Combarro estuviera lleno de gente. "Nosotras llevamos poco tiempo aquí pero, según lo que dice todo el mundo, no tiene nada que ver con otros años", asegura Lorena Rodríguez, la encargada. "Contábamos con que hubiese muchos turistas, no esperábamos esta situación. En agosto tiene que mejorar, ahora empezará el buen tiempo, o eso esperamos". 

Los restaurantes, hoteles y bares pueden confiar en que habrá días de verano en agosto

Conchi Allave ha llegado a Combarro desde Alicante con unos amigos para visitar el lugar y sus alrededores durante una semana. "Nosotros preferimos que esté así, venimos de pasar mucho calor.  Suponemos que la gente querrá sol e ir a la playa, pero nosotros preferimos pasear y notar el fresquito", cuenta.

O GROVE. Situada en el levante de O Grove, La Illa Da Toxa recibe a miles de turistas en verano y muchos de ellos deciden alojarse en la isla. Una de las opciones favoritas de los visitantes es dormir en un hotel. Uno de los más conocidos es el Hotel Spa La Toja. Loli Valladares, su directora, cuenta que "la forma de vender la estancia cambió debido al clima. Buscamos soluciones para el pronóstico que daban de tiempo nublado, intentamos cambiar el enfoque y parece que ha funcionado. No estamos llenos como otros años, y eso se nota, el tiempo nos ha afectado un poco", explica.

PONTEVEDRA. El centro de la localidad de Pontevedra también se ha visto afectado por el mal tiempo, aunque la mayoría de los hosteleros tienen esperanzas de remontar en agosto gracias a las Festas da Peregrina. "Este bar está en el centro y se nota que hay menos turistas, espero que esto mejore". Quien habla es Desiré Iglesias, encargada de la cafetería Bicos, muy preocupada por el efecto del mal tiempo en los turistas. José Ferreira, propietario del bar Las Palmeras, explica que su local "no está en el centro de Pontevedra, pero no noto mucha diferencia respecto al año pasado. Es cierto que la lluvia y el mal tiempo no ayuda nada, pero en las Festas da Peregrina mejorará seguro". El Restaurante Cáncamo sí ha notado como el clima ha afectado a su clientela. "Comparado con el año pasado, prácticamente hay la mitad de la gente, no esperábamos que fuese así", cuenta Flavio de Saa, el encargado. 

El bar Recuncho Do Pincho, dirigido por Jaqueline González, se ha visto también afectado por el mal tiempo. "La verdad es que no sé si preferimos el mal o el buen tiempo. Si hace sol la gente va a la playa, pero si llueve no vienen turistas, todo es impredecible", afirma. "Respecto al año pasado existe una gran diferencia, estamos esperando a ver si en la Peregrina podemos remontar. El verano anterior venían un montón de turistas y este año se cuentan con una mano. Esperamos que el verano pueda alargarse un poco más hasta septiembre", dice. 

No está del todo claro si el verano mejorará, aunque la hostelería no pierde la esperanza. Juan Taboada, meteorólogo de MeteoGalicia, explicaba a Diario de Pontevedra a principios de julio que el pronóstico no es del todo fiable, pero sí que hay algunas previsiones que indican cierta normalidad hacia el final de la estación. Los restaurantes, hoteles y bares pueden confiar en que habrá días de verano en agosto, aunque, como siempre, alguna nube se podrá colar por el cielo.

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