La representante legal de tres de las supuestas consagradas de Los Miguelianos, Beatriz Seijo, ha anunciado este jueves en A Coruña que ha presentado un escrito pidiendo la suspensión del juicio, cuyo inicio está previsto para el día 26 de septiembre, por no haber podido acceder a toda la información que se encuentra en los dispositivos personales de los acusados incautados en diciembre de 2014.
Seijo, que defiende, entre otros, a Marta Paz, mano derecha del líder de la presunta secta, ha manifestado que la información que contienen esos dispositivos es fundamental para su defensa ya que a su entender serviría para probar la inocencia de todos los acusados. "Llevamos años pidiéndola y nos dan acceso pocos días antes del juicio oral", ha subrayado.
También ha afirmado que no le han facilitado el acceso necesario para revisar esos dispositivos ya que tan sólo les ha dado un día para revisar y copiar cientos de horas que había almacenadas en esos ordenadores o tabletas.
La abogada también ha asegurado, según lo que le dicen sus peritos, que los dispositivos y la información almacenada en ellos ha tenido "accesos, borrados o alteraciones", de alguien sin poder decir quién, que podrían llevar a solicitar la nulidad del juicio si finalmente sus peritos pueden demostrar ante la jueza que falta información y que ha sido borrada intencionadamente".
En la rueda de prensa también han estado presentes los sacerdotes, Eduardo Lostao y Juan Luís Castón, y han asegurado que "no tenemos garantías en el juicio por lo que suplicamos y exigimos que no se puede llevar a juicio a una persona en estas condiciones". Estos sacerdotes han insistido en la inocencia de Miguel Rosendo, líder de la presunta secta, y que "todo se trata de un montaje muy bien elaborado".
Además de Rosendo se sentarán en el banquillo de los acusados otras seis personas, entre ellas dos pseudomonjas o "consagradas", para quienes el fiscal pide dos años de prisión por un delito de asociación ilícita.
Según consta en el escrito de acusación el fiscal atribuye a Miguel Rosendo, en prisión provisional desde noviembre de 2014, tres delitos contra la libertad sexual, uno de agresión sexual continuado y dos de abuso sexual continuado.