Los días de insistente lluvia que se vivieron durante toda la semana vaciaron las calles del centro neurálgico de la villa, una estampa que cambió radicalmente este domingo. La situación meteorológica respetó los ritos de una de las jornadas de la Semana Santa que más intensamente se vive en la localidad: el Domingo de Ramos.
No faltó nadie en la bendición que el párroco de Santa María do Porto realizó a todos los olivos y palmas que los fieles alzaron este domingo al cielo. Familias, matrimonios, gente joven y no tan joven... todos se citaron en la Praza do Reloxo. Incluso las mascotas participaron del rito litúrgico, en el que los más pequeños de la casa se estrenaban por primera vez, portando con ilusión sus primeras palmas.
Una vez que el cura terminó con la bendición, promulgada desde las escaleras del Templo Vello, la procesión emprendió su camino, en dirección al Templo Nuevo, donde después se ofició la eucaristía. La comitiva recorrió las calles Real, Jaime Janer y Concepción Arenal, hasta entrar en el Parque Eguren.
Los festejos de Semana Santa continuarán el Martes Santo, con la representación de La Pasión en el Templo Nuevo a cargo del grupo de teatro Arume. El Jueves Santo habrá eucaristía a las 19.00 y Hora Santa a las 22.00. A medianoche, se realizará una procesión con los pasos de Jesús Nazareno, la Virgen de los Dolores y del Jesús en el Huerto de los Olivos, recientemente restaurado. El Viernes Santo se recuperará el oficio del Desenclavo, que lleva 50 años sin hacerse. Será a las 19.00 horas.
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El párroco José Antonio Ortigueira bendice ramos y palmas acompañado por una borriquita, en A Estrada. PATRICIA FIGUEIRAS
Cientos de fieles en la bendición en la Praza da Farola de A Estrada
La Praza da Farola de A Estrada congregó este domingo al mediodía a cientos de fieles que no quisieron perderse la bendición de ramos y palmas, que realizó el párroco José Antonio Ortigueira. La comitiva, en la que participó una borriquita, partió de la iglesia parroquial de San Paio, cuyo acceso se adornó con una alfombra de flores, y transcurrió por la calle Don Nicolás para rematar en la plaza, desde donde regresó al tempo para continuar los actos religiosos. La afluencia de niños fue destacada
