Aumentan en dos mil las familias a las que les cuesta llegar a final de mes

Los hogares pontevedreses que aseguran cubrir sus necesidades con facilidad bajaron seis puntos desde la llegada de la pandemia ► El porcentaje de familias en apuros es más alto en Poio y Sanxenxo que en Marín, Vilagarcía o Pontevedra
Personas de paseo por Pontevedra. DAVID FREIRE
photo_camera Personas por Pontevedra. DAVID FREIRE

A finales de 2019, a escasos tres meses del estallido de la pandemia, el 43,82% de las familias de Pontevedra reconocían tener dificultades para llegar a fin de mes con sus rentas. Según el Observatorio Urbano de Pontevedra, el municipio está integrado por 32.000 hogares, de modo que catorce mil de ellos admitían tener que hacer muchos números para afrontar sus gastos ordinarios de manera más o menos estable.

Tres años más tarde, el mismo organismo medidor, el Instituto Galego de Estadística, atribuye a los concellos de más de 50.000 habitantes, entre los que se encuentra Pontevedra, casi seis puntos porcentuales más de incertidumbre y pesimismo financiero.

Después de la mayor crisis sanitaria del último siglo, que arrastró consigo un nuevo zarpazo económico, energético y de materias primas, y en medio de una feroz guerra en Ucrania que afecta seriamente al desarrollo europeo, las familias que capean serias dificultades para llegar a fin de mes son ya un 49,76% del total.

Es decir, 15.923 hogares de la ciudad no solventan con una holgura mínima sus gastos más básicos. Son casi dos mil familias más que antes de la pandemia, pero cerca de mil hogares menos que hace solo un año, cuando esta estadística vivió su peor momento. En 2021, el IGE atribuía dificultades económicas serias al 51,35% de las familias pontevedresas, cerca de 16.500 de las 32.000 que pueblan el término municipal.

Tomando como referencia los concellos más poblados de la comarca pontevedresa y la de O Salnés, la tendencia es similar, aunque con ligeros matices.

Poio y Sanxenxo son, según la encuesta del Instituto Galego de Estadística, las ciudades con un porcentaje más elevado de ciudadanos con dificultades para llegar a fin de mes, un 51.39% de su población o, lo que es lo mismo, 3.135 hogares en Poio y 3.083 en Sanxenxo.

En el caso de Marín o Vilagarcía, son el 50,51% de los hogares los que se ven obligados a ajustar al máximo sus cuentas. En realidad, desde el 49,76% de familias en dificultades que presenta Pontevedra hasta el 51,39% de Sanxenxo, lo único cierto y constante en todo el área es que uno de cada dos núcleos familiares se enfrenta cada mes a obstáculos que les obligan a hacer equilibrios para cuadrar sus números.

La mayor diferencia entre la etapa previa a la pandemia y la actualidad está en Marín y en Vilagarcía. Ambos municipios partían en 2019 del reconocimiento de dificultades en el 40,33% de sus familias. Y ahora tienen diez puntos porcentuales más en esa misma estadística.

Del total de las 6.100 hogares contabilizados en Poio, 3.135 admiten problemas económicos importantes y, de ellos, 492 han pasado a engrosar esta lista a partir de la crisis del coronavirus.

En Sanxenxo, De sus 6.000 hogares censados son 3.083 los que reconocen problemas difíciles de solventar, 483 más que hace tan solo tres años, antes de que la pandemia alterase de manera sustancial las condiciones sociales y económicas de todo el país.

En el caso de Marín, las 9.000 familias que componen el Concello se dividen entre las 4.546 que admiten problemas financieros de carácter ordinario y el resto. Son 916 hogares más que antes de la pandemia.

Y desde Vilagarcía, la estadística ofrece una perspectiva similar. Ahora mismo 7.122 hogares de los 14.100 que hay en el término municipal dicen que lo pasan mal para pagar sus gastos mes a mes. Se trata de 1.436 familias más que en 2019, cuando las casas que admiten problemas de tipo económico eran 5.686.

Aunque las cifras puedan parecer graves, están ligeramente mejor que la media gallega, porque en el conjunto de la comunidad autónoma son el 51% de las familias las que reconocen abiertamente cuando se les pregunta que llega a final de mes después de sortear muchas penurias en sus economías.

Situación: El 86% de los mileuristas viven con muchas dificultades
El índice del optimismo económico en los hogares tiene mucho que ver con los niveles de ingresos familiares. De acuerdo con los datos que esta misma semana hizo públicos el IGE, solo un 14% de los hogares con ingresos iguales o inferiores a los mil euros admiten no tener dificultades para cerrar mes a mes sus cuentas. El 86% restante asegura tener serias dificultades.

Hace tres años, antes de la pandemia, eran un 73% los que decían estar en esta situación. Entre los 1.500 y los 2.000 euros de ingresos, la estadística cae hasta un 46,67% de hogares que responde a la pregunta afirmando tener dificultades económicas. Por encima de los dos mil euros de ingresos mensuales, apenas un 19% de los hogares dicen padecer penurias para cuadrar sus números.

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