La primera noche de ocio nocturno en Sanxenxo transcurrió sin incidencias reseñables. Así lo aseguran fuentes municipales. Y es que un amplio dispositivo policial formado por 40 agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil velaron porque los establecimientos hosteleros cumpliesen con los horarios una vez se permitió abrir las puertas a los locales de ocio nocturno.
Además, se reforzó la vigilancia para evitar la celebración de botellones, algo que había advertido el día anterior el vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, podría acarrear sanciones de entre 200 y 300 euros a quienes lo incumpliesen. Fuentes policiales aseguraron que ni en Sanxenxo, Marín ni en Pontevedra, que acaba de escalar a nivel medio y por tanto no puede abrir el ocio nocturno, se registraron incidentes en este sentido, según fuentes policiales.
Donde sí se procedió a la identificación de botellones fue en A Coruña y Vigo. En los locales el mayor problema se dio a las puertas de los establecimientos a la hora del cierre, con aglomeraciones que motivaron la intervención de los agentes de la Policía Local.
Muchos de los negocios de la hostelería nocturna mantuvieron la verja bajada. La normalidad, más allá de intervenciones puntuales para disolver botellones, marcó la madrugada en la práctica totalidad de la geografía gallega.
En Vigo, el mayor problema se produjo en la plaza de la Estrella, donde efectivos de la Policía Local y la Nacional tuvieron que desalojar a un grupo de personas que realizaba botellón.
Sobre la situación en la ciudad olívica se pronunció el vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, durante un acto celebrado precisamente en la urbe viguesa. Allí, resaltó que ''onte evitáronse moitos'' botellones y que otros ''tiveron que ser disoltos polas forzas de seguridade''.
''A mellor forma de protexernos todos é que se disfrute dun ocio ordenado e responsable'', incidió el número dos de la Xunta, que adviritó nuevamente que estas concentraciones son ''unha importante fonte de contaxios'' que suponen un ''grave problema'', como, manifestó Rueda, evidencia lo ocurrido con el macrobrote de Mallorca y la cantidad de casos activos que se derivaron del mismo.
