Alumnos de centros educativos de As Neves, profesores y voluntarios, además de socios de la Fundación Amigos de Galicia, han plantado este martes 300 árboles en el monte Chan de Vide del municipio para paliar los daños provocados por los incendios del pasado mes de octubre. La idea, explica la citada fundación en un comunicado, surge con el objetivo de repoblar esta zona de gestión pública y, a la vez, implicar a los menores en la importancia del cuidado del medio ambiente.
Para desarrollar esta acción, la entidad ve "esencial que los montes afectados por los incendios sean repoblados con plantaciones autóctonas de la zona, evitando las plantas invasoras como el eucalipto, por ser una especie especialmente dañina para el ecosistema". Por ello, cada participante plantó un roble, también considerado como "árbol bombero, que además de ser una planta autóctona del territorio gallego, es una especie más resistente a los efectos del fuego y ayuda a frenar el avance de las llamas".
Cada árbol fue adornado con una etiqueta con el nombre y apellidos de la persona encargada de plantarlo, que se comprometía, de esta forma, "a cuidarlo para el resto de su vida". Además, la Fundación entregó entre los menores un diploma con el número de su árbol, "para que mantenga siempre en el recuerdo que es su cometido el cuidado de esa plantación".
La actividad se enmarca dentro del convenio que firmaron el pasado mes de febrero la Fundación Amigos de Galicia y el Ayuntamiento de As Neves con el objetivo de repoblar los montes afectados por los incendios.
