Poio en alerta roja, Pontevedra cerrada a cal y canto y Marín con libre movilidad

Valga, Pontecesures, Caldas, Vilanova y Cuntis pasan del nivel básico al máximo de restricciones, que también afecta a Poio, Bueu, Vilagarcía y A Illa
Gente y vehículos circulando por el puente de A Barca, que conecta Poio y Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Gente y vehículos circulando por el puente de A Barca, que conecta Poio y Pontevedra. JAVIER CERVERA-MERCADILLO

La reformulación de las restricciones anunciada por la Xunta de Galicia significa un nuevo giro de tuerca para las rutinas socioeconómicas del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés. Habrá negocios de hostelería que tendrán que reducir horarios y particulares que tendrán que reprogramar sus rutas. Ninguno saldrá indemne de este nuevo capítulo de la lucha contra la covid.

Las almendras de Pontevedra-Poio-Marín y de Sanxenxo-O Grove desaparecen a partir de este viernes y los cuatro niveles de alerta que marcaban el margen de movilidad y actividad en cada ayuntamiento se reducen a dos: el máximo, que implica el cierre perimetral y la activación de las máximas restricciones, y el medio-alto, que restringe la actividad hostelera en menor grado y que permite la movilidad entre ayuntamientos de la misma categoría. Solo hay tres excepciones: Pontevedra, Vigo y Lugo. Estas tres ciudades serán objeto de las limitaciones menos restrictivas, pero pasarán a ser concellos "estancos", de modo que no se podrá salir y entrar de ellos sin una causa justificada, como ir al trabajo, acudir al médico, cuidad de personas dependientes o desplazarse a un centro de formación. El resto de grandes urbes gallegas también estarán delimitadas, pero afectadas por el nivel máximo de restricciones.

Nueve concellos en alerta roja y con cierre perimetral

A tenor de los últimos datos epidemiológicos, la Xunta ha decidido aplicar el nivel máximo de alerta en nueve concellos del área sanitaria. Se trata de Poio, Bueu, Vilagarcía, Vilanova, A Illa, Valga, Pontecesures, Caldas de Reis y Cuntis, donde los últimos brotes han llevado al comité de expertos a encender la alerta roja.

Pontevedra es una de las excepciones del nivel medio alto que será confinada: 18 concellos tendrán libertad de movimiento, dos más que ahora

Tres de ellos llegan a superar la tasa de 1.000 casos nuevos por cada 100.000 habitantes en la última quincena, un umbral que a todas luces es de riesgo, teniendo en cuenta que a partir de los 250 ya se considera que la enfermedad no está bajo control. Son Valga (con una incidencia acumulada de 1.030 nuevos diagnósticos por cada 100.000 habitantes a 14 días), A Illa de Arousa (1.135) y Pontecesures, que bate el récord del área con 1.473.

Los nueve ayuntamientos serán perimetrados de forma individual y en todos ellos quedará suspendido el servicio en el interior de locales de hostelería, que solo podrá funcionar al 50% en terrazas y hasta la misma hora tope establecida para toda Galicia: las 18.00 horas. Aparte, serán objeto del resto de limitaciones programadas para la comunidad gallega. Las reuniones tendrán un máximo de cuatro participantes no convivientes, el toque de queda se adelanta a las 22.00 y el comercio cerrará antes de las 21.30 de la noche.

Reajuste con efectos para el comercio y la hostelería

Para la gran mayoría de los ayuntamientos la alerta roja supondrá un reajuste importante, ya que de todos ellos tan solo Bueu estaba afectado por las máximas restricciones. De hecho, más de la mitad (5) están actualmente con libertad de movimiento y con nivel básico de limitaciones: Valga, Pontecesures, Caldas, Cuntis y Vilanova (el único de los nueve con una incidencia acumulada menor a 250). Poio, Vilagarcía y A Illa ya se encuentran en nivel medio alto.

El resto de concellos del área sanitaria se regirán por las restricciones de nivel medio alto y todo hace presagiar que los efectos se harán notar.

En Pontevedra un porcentaje importante de la clientela procede de Poio y Marín y que, debido a esta reformulación, deberá dejar de acudir a la ciudad capitalina. Al mismo tiempo, otros concellos no perderán margen de movilidad, pero sí verán cómo su sector hostelero tendrá que apagar luces mucho antes y vetar algunas mesas. Vilaboa, Ponte Caldelas, A Lama, Forcarei, Cerdedo-Cotobade, Campo Lameiro, Meis, Meaño, Ribadumia, Portas y Moraña ingresarán en el nivel medio alto desde el básico, que permite la hostelería abierta hasta las 23.00, con un 50% de aforo en interior y un 75% en exterior, y agrupaciones de hasta seis personas no convivientes.

Marín y otros seis podrán moverse a 247 concellos

La recomendación general es limitar la movilidad al máximo, pero lo cierto es que la nueva escala de restricciones también permite que los habitantes de siete concellos que están ahora mismo afectados por restricciones de movilidad puedan desplazarse a otros 247 ayuntamientos en su mismo nivel (medio alto) de limitaciones. Es el caso de O Grove, Sanxenxo y Cambados (actualmente en nivel máximo), Marín, Barro y Meaño (ahora en nivel medio alto) y Soutomaior (nivel medio).

A estos se suman Vilaboa, Ponte Caldelas, A Lama, Forcarei, Cerdedo-Cotobade, Campo Lameiro, Meis, Meaño, Ribadumia, Portas y Moraña, que elevan a 18 el total de ayuntamientos con libre movilidad (dos más que ahora).

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