Pontevedra, Arcade y Vilaboa, ante el reto de lograr que la Vía Verde pase de Chapela

Vigo, con los terrenos desafectados y la financiación, está camino de materializar el primer tramos, que ocupará 3,6 kilómetros

Una de las infografías del proyecto de Senda Verde de Vigo. DP
photo_camera Una de las infografías del proyecto de Senda Verde de Vigo. DP

La Vía Verde en los tramos en desuso del ferrocarril es una realidad al alcance de la mano en el tramo Sur del eje Vigo-Pontevedra. El avance que ha vivido este proyecto en Redondela y en Vigo en los últimos meses permitirá que unos cinco kilómetros de recorrido estén materializados en 2019, mientras que los tres concellos que acumulan la mayor parte del recorrido siguen esperando poder sacar este plan del callejón sin salida en el que quedó tras la última demanda de los municipios, denegada por Fomento al considerar que la vía podría ser utilizable en este tramo.

El BNG presentó este viernes una demanda en el Parlamento gallego con la que se pretende que la Xunta medie en el impulso de la reconversión de la senda peatonal y ciclista mediante la creación de una Mesa por la Vía Verde.

El diputado Luís Bará apuesta por enmarcar esta petición en "unha estratexia global do Goberno Galego a prol da mobilidade sustentábel", que tiene tareas pendientes como el estudio de las alternativas técnicas para dar continuidad al recorrido en los puntos del ferrocarril en donde no hay vía férrea en desuso, como puede ser el tramo desde Chapela a Arcade o el que une Figueirido y Pontevedra. El plan pasa por analizar si conviene crear una infraestructura administrativa para la gestión de una vía que recorre cinco concellos y que cuenta con dotaciones singulares como el puente de hierro, en las que existe cierta complejidad de mantenimiento o de adaptación a los fines de la Vía Verde.

Luís Bará presentó una iniciativa para que la Xunta ampare a los cinco concellos en una Mesa pola Vía Verde

La propuesta del diputado por Pontevedra pone el foco en el papel que podrá tener la Xunta de Galicia en la negociación con la Administración, después de que la petición de los tres plenos de los concellos afectados en el año 2017 recibiese la negativa de Adif argumentando que la vía podría ser necesaria en el tramo entre Arcade y Figueirido. "Ese tramo leva máis de seis anos en desuso e presenta unha imaxe de completo abandono", recalca el BNG.

En Vilaboa, sin conocer los detalles de la propuesta nacionalista, el alcalde, Luis Poceiro (PSdeG), indica que el apoyo de la Corporación a la Vía sigue siendo unánime y recuerda que "con sete kilómetros de percorrido", su Concello está más que interesado en este plan. "Seguimos a disposición dos outros concellos e en especial dos colectivos, como Pedaladas, dos que sae esta demanda social, que é de vital interese para o noso concello".

Luis Poceiro tiene claro que el cambio de Gobierno central y la apuesta por la sostenibilidad a través del Ministerio de Transición Ecológica pueden significar un golpe de timón en la singladura de este proyecto, pero afirma que "a cuestión é que somos concellos pequenos e non me consta que, ata o momento, tiveramos ningunha oportunidade de reunirnos con Fomento e expoñer as nosas prioridades".

¿Puede un cambio político reactivar un plan que ha sido descartado por motivos técnicos? El alcalde de Soutomaior, Agustín Reguera, lo duda. "Non sei se o cambio de Goberno axudará neste caso, cando Adif respondeu tan contundente o ano pasado, pero se é así felicitarei a quen o consiga".

Vilaboa, con siete kilómetros de trazado, contempla con preocupación el estado de abandono de la vía

Por su vecindad con Redondela y Vigo, el regidor de Soutomaior es más consciente del avance que el plan ha dado en la zona Sur y destaca la importancia de poder conseguir su continuidad. "Para nós, a pesar de que temos pouco máis de medio quilómetro de ponte de ferro neste trazado, sería vital", relata.

Reguera sostiene que su municipio "non tería problema co financiamento da rehabilitación do tramo, ou, cando menos, non parece que ese poida ser o freo, xa que son plans que se poden acoller a moitas liñas de colaboración", mientras que Poceiro se muestra más cauto en esa línea. "As nosas arcas non poden comprometerse tanto, pero está claro que o primeiro é conseguir falar da desafectación por parte de Renfe, e despois analizariamos o resto poñendo todo da nosa parte para sacalo adiante".

La propuesta del diputado por Pontevedra pasa por dejar en manos de la Xunta parte de los frenos vinculados precisamente con las limitaciones de los concellos. Así, una Mesa pola Vía Verde podría articular la redacción de los proyectos más delicados o la negociación con el Ministerio para lograr la cesión o buscar vías de financiación.

1,4 MILLONES. Al margen del cambio de Gobierno o de la acumulación de años sin usar el tramo afectado, lo que más puede ayudar al desarrollo de la Vía Verde es el paso dado por Vigo y Redondela en los últimos meses.

El Concello olívico tiene literalmente en marcha la habilitación de su tramo reconvertido. La Xunta de Goberno viguesa aprobó la consignación presupuestaria para el proyecto, que ha superado ya la fase de redacción. Si en abril la noticia era la firma de la cesión de los terrenos con Adif (por un precio simbólico de alquiler de 3.000 euros al año), en verano el Concello olívico ultimó la redacción del proyecto para algo más de 3,6 kilómetros desde Urzáiz hasta Teis (en el límite con Redondela) con un plan inspirado en la "High Line" del barrio de Chelsea, en New York. Este proyecto urbano tendrá carril bici de unos tres metros de pavimento tintado y paseos peatonales de dos, con firme de arcilla. En algunos puntos se conservarán las vías para recordar a los usuarios la procedencia de los terrenos, mientras que en otros se instalará mobiliario urbano y se crearán espacios como miradores o apeaderos. El proyecto tendrá un coste estimado de 1.439.900 euros y un plazo de ejecución de seis meses que, dado lo avanzado de las catas y trabajos realizados previamente, hace pensar que en verano de 2019 se completará la obra.

Redondela será el siguiente municipio en rehabilitar la vía. En junio se firmó la cesión en un acto al que acudió el alcalde, Javier Bas, que quiere que los 1,6 kilómetros y la vieja estación puedan desarrollarse también en 2019.
 

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