Galicia ha vivido este lunes una nueva madrugada de heladas que ha afectado a casi toda la comunidad, especialmente al interior de Ourense, donde Calvos de Randín ha marcado la temperatura más baja de la jornada: -7,9 grados.
En la provincia de Pontevedra, la temperatura mínima se alcanzó en el lugar de Mouriscade, en la parroquia lalinense de Vilanova (-4,9), mientras que en Lalín los termómetros descendieron hasta los -2,3 grados.
También registraron temperaturas bajo cero lugares como Rebordelo (-3,5 grados), A Armenteira, en Poio (-1,5), o Lourizán (-0,1), mientras que en la estación de Campolongo la mínima se situó en 0,6.
Por su parte, Marín (2,3) y Sanxenxo (1,6) registraron temperaturas mínimas más suaves.
Ourense, la más castigada
Además de los -7,9 grados de mínima de Calvos de Randín, otros puntos del sur de Ourense han marcado valores similares de acuerdo con los valores extremos de Meteogalicia. En concreto, la estación meteorológica de A Mezquita ha notificado -6,8 a las 8,30 horas, la de Baltar -6,7 a las 9,00 y la de Verín -6,7 a las 8,40 horas.
Aunque sin caer tanto como Ourense, la provincia de Lugo también ha registrado temperaturas bajo cero en las primeras horas de este lunes. Así, los medidores de Morelle, en Sarria, han notificado -5,6 a las 9,10; y los de Pedrafita do Cebreiro, -4,7 a las 7,20 horas.
Todo ello en una jornada en la que Galicia seguirá bajo la influencia de las altas presiones, con cielos despejados a excepción de algún banco de niebla en el interior. En este contexto, las temperaturas mínimas serán más bajas con respecto a días pasados y el viento soplará flojo, con intervalos moderados en el litoral.
Esta situación se prolongará durante las próximas jornadas. De hecho, el sur de la provincia de Ourense volverá a estar en aviso amarillo durante la madrugada del martes, por temperaturas mínimas por debajo de los -4 grados.
