O Porriño arropa a los Zamoranos, víctimas de un "atentado contra la convivencia"

Los grupos políticos del Ayuntamiento dieron su apoyo al clan después del tiroteo de este domingo, en el que se vio involucrado un hermano de Sinaí Giménez

Lugar donde se produjo el tiroteo en O Porriño. @Berbesdevigo
photo_camera Lugar donde se produjo el tiroteo en O Porriño. @Berbesdevigo

Los grupos políticos del Ayuntamiento de O Porriño y varias decenas de vecinos han apoyado este mediodía a la colectividad de los gitanos Zamoranos, víctimas de un "atentado contra la convivencia", en palabras de la alcaldesa, Eva García de la Torre, sobre el tiroteo de este domingo. Durante la concentración, en la que ha habido además un minuto de silencio, han participado varios representantes de los Zamoranos, incluido el padre del chico de 18 años al que impactó una bala perdida durante el tiroteo al aire que efectuó un hombre en una celebración de pedida de mano en el pabellón en Torneiros.

Luis León, en representación de la colectividad de gitanos Zamoranos, ha detallado que la otra víctima del tiroteo, una chica de 15 años, está estable y que tras ser intervenida ayer volverá a precisar de más cirugía para recomponerle la zona del pómulo derecho. Fue por esa zona por donde le entró la bala y se alojó cerca del oído, aunque no le afectó a este sentido, como tampoco a la vista, ha explicado.

En nombre del padre de la niña ha leído unas breves palabras de agradecimiento a la corporación local y a los vecinos por las muestras de apoyo recibidas en las últimas horas. Ha aseverado que los Zamoranos están "en contra de la violencia y en favor de la convivencia y del saber estar" y ha matizado que ellos no son "ningún clan", sino "un cúmulo de familias que vivimos durante muchísimos años en Porriño y todo el mundo nos conoce".

El padre de la otra víctima del tiroteo, también presente en la concentración, ha agradecido igualmente las muestras de apoyo en "esta lucha por la convivencia y la paz que todos deseamos". Ha descrito que el chico está desde ayer en casa, "estable" pero "con mucho malestar y dolor", y ha añadido que la familia se llevó "bastante susto, mucho".

La alcaldesa de O Porriño, Eva García de la Torre, ha aseverado que no se trata de "una pelea entre gitanos", sino de un "atentado contra la convivencia pacífica" que se suma a la campaña de "acoso y hostigamiento permanente" que vienen sufriendo los Zamoranos por parte del clan de los Morones, al que se ha referido como "un grupo mafioso".

Ha abundado en que los Zamoranos son "un grupo de vecinos de Porriño que llevan 50 años integrados" en el municipio, donde tienen a sus hijos escolarizados y pagan sus impuestos, y "viven en paz y tranquilidad". "Tienen todo nuestro apoyo y lo van a tener. Los consideramos nuestros vecinos, son imprescindibles para nuestra vida. No queremos que nadie se tenga que ir porque nadie amenaza a nadie", ha proclamado.

Eva González, una vecina que durante la concentración de este mediodía portaba un cartel en el que se podía leer "Yo soy zamorana", ha recalcado que los miembros de este colectivo "son nuestros vecinos, los queremos", y ha añadido que es "inhumano" que se les obligue a "vivir con miedo".

Entretanto, continúa la búsqueda del varón que en la madrugada de este domingo efectuó entre seis y ocho tiros al aire durante una celebración de pedida de mano en el centro multiusos de Torneiros, así como de la otra persona que lo esperaba en un coche, en el que ambos huyeron. El chico ya ha sido dado de alta y la chica fue intervenida ayer por especialistas maxilofaciales en el hospital Povisa de Vigo.

El conflicto entre los Morones y los Zamoranos ha vivido varios episodios violentos, como reyertas en mercadillos y un tiroteo en la autovía de circunvalación de Vigo. Por miedo a represalias, unas 400 personas del clan de los Zamoranos emigró temporalmente a Castilla. Después de aquel episodio, representantes de ambos clanes escenificaron un pacto, con la mediación de la Fiscalía Superior de Galicia, para poner fin a las desavenencias, que atribuyeron entonces a "malos entendidos".

Sin embargo, la paz duró poco, ya que continuaron las hostilidades, además del citado tiroteo tras la celebración del mercadillo de Coia, en Vigo.

En abril de 2016 fueron detenidas más de una decena de personas del clan de los Morones, la mayoría miembros de la familia del patriarca del clan, Olegario Giménez, por extorsionar a ambulantes de los Zamoranos en la llamada Operación Vida. Además, se les imputan otros delitos, como organización criminal, contra la Seguridad Social, tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y blanqueo de capitales.

Tras pasar varios meses en la cárcel, los miembros del clan de los Morones fueron quedando en libertad tras pagar sus respectivas fianzas, en algunos casos de 100.000 euros.