Los salones de juego crecen en la ciudad. En el último año un nuevo espacio de este tipo abrió sus puertas en la ciudad, de modo que la Boa Vila cuenta ya con siete. El negocio de las apuestas deportivas parece ser el principal motor que tira del sector del juego y el azar. Independientemente de las máquinas de apuestas instaladas en los salones de juego, estos dispositivos están cada vez más presentes en los locales de hostelería y apostar por Internet es una de las modalidades elegidas por los más jóvenes.
De este modo, según datos facilitados por la Xunta de Galicia, Pontevedra cuenta también con un bingo, otra modalidad del juego que queda en segundo plano frente al crecimiento de las apuestas. En cuanto a los datos para toda la provincia de Pontevedra, hay cinco bingos, un casino abierto, otro en obras, 47 salones de juego y 12 tiendas de apuestas.
Además, en el último año se abrieron dos expediente sancionadores en Vigo a locales de este tipo por no cumplir la normativa y otros seis en toda Galicia. De las ocho infracciones detectadas a cabo en las inspecciones realizadas en Galicia, tres tenían que ver con la falta de documentación en el establecimiento o en las máquinas, dos por permitir la entrada y el juego a menores y las demás por realizar publicidad no permitida o no cumplir con los requerimientos solicitados durante la inspección.
El acceso de los menores a las apuestas deportivas es uno de los aspectos que más preocupa con respecto a las conductas adictivas que puedan provocar este tipo de prácticas. De hecho, el perfil de los usuarios de este tipo de máquinas es de hombres jóvenes (de entre 18 y 24 años). En Pontevedra había instaladas un centenar de máquinas de apuestas en salones de juego y locales de hostelería hace un año. Aunque la Xunta todavía no ha facilitado los datos de 2019, lo cierto es que la tendencia en lo que se refiere a máquinas de apuestas ha ido en aumento en los últimos cuatro años. Así, el auge de las apuestas provocó un crecimiento del 66% en el número de máquinas en la ciudad entre 2015 y 2018. El hecho de que los locales de hostelería puedan disponer de este tipo de dispositivos ha provocado que su instalación se propague en bares y restaurantes a raíz de un decreto aprobado por la Xunta en 2012 que abría la puerta de los bares a las apuestas.
Pero además del negocio de las apuestas presenciales, la dimensión de esta práctica hay que analizarla teniendo también en cuenta las apuestas que se realizan a través de Internet. Según el último estudio realizado por la casa de apuestas Codere, cada gallego se gasta entre 10 y 15 euros al año en apuestas deportivas, dejando a Galicia en el cuarto lugar de comunidades en las que se apuesta más cantidad por habitante tras el País Vasco, Madrid y la Comunidad Valenciana. De este modo, la cantidad apostada en los últimos años ha ido creciendo exponencialmente. Si en 2013 los gallegos se gastaron 18 millones en apuestas deportivas, en 2017 esta cantidad se multiplicó hasta los 145 millones de euros. A nivel español, las apuestas online pasaron a ser de 79 millones en 2014 a 195 millones en 2017.
