Un verano más, y ya van 22 consecutivos, acogen las calles de Redondela en el penúltimo fin de semana de agosto a millares de personas felices de participar en esa mascarada a destiempo que es el ya tradicional Carnaval de Verano.
Es posible que para algunos, cada vez menos, encaje tan mal un carnaval en agosto como una fiesta de fin de año en abril, pero la idea espontánea que hace más de dos décadas tuvo un puñado de amigos de desempolvar sus disfraces en el estío ha ido ganando adeptos y arraigo en la localidad hasta convertirse en una cita que muchos tienen señalada en rojo en sus calendarios.
Tanto que la organización ha habilitado este año un servicio de autobuses para Vigo, Porriño y Pontevedra hasta las cinco de la madrugada, una medida para facilitar el transporte a los visitantes.
Pero si algo marca la convocatoria de este 2019 es "el viraje" que las autoridades locales han pretendido dar a esta celebración, al apostar por una programación más familiar, que evite que la fiesta se acabe convirtiendo en un macrobotellón; pero también por la eliminación de la Gala Drag Queen, tema en el que no han faltado las críticas.
La esencia de la fiesta, una vez más, ha sido salvaguardada por la actitud de quienes a ella acuden, dispuestos a honrarla con la cara tapada
No obstante, nada ha impedido a la multitud desde el mismo inicio disfrutar entre la infinidad de colores del anonimato que garantiza una buena careta y de la programación diseñada por la organización, la cual abrió fuego el viernes por la noche con un concierto de De Vacas, banda gallega que hace que "la vida a su lado sea toda un carnaval", como anuncian en su web.
Y el día grande, como de costumbre, ha sido este sábado, el penúltimo de agosto, durante el que se suceden los conciertos, los talleres y las actividades para públicos de todas las edades.
Un taller de baloncesto 3x3, deporte que será olímpico en los próximos Juegos, ha servido para abrir la jornada, que tuvo al mediodía sobre el escenario a Paco Nogueira con su espectáculo 'Radio Bule Bule' antes de que la agrupación formada por mujeres 'Son do Lila' cerrase las actividades del primer tercio de la programación.
Son solo un ramillete de ejemplos de un nutrido programa que ha permitido a los más jóvenes experimentar con peinados extraños, confeccionar máscaras con materiales de desecho o disfrutar de bandas infantiles y otras no tanto, entre ellas Collón de Lola, The Teta's Van, los DJ Zas e Cañotas o la banda portuguesa Throes and the Shine.
La esencia de la fiesta, una vez más, ha sido salvaguardada por la actitud de quienes a ella acuden, dispuestos a honrarla con la cara tapada, una burla que probablemente garantice durante muchos más años su continuidad.
