La salida de la crisis financiera de 2008 ya había provocado una expansión de las viviendas turísticas en Galicia como nuevo modelo de negocio en un país donde la propiedad inmobiliaria es, desde tiempos remotos, la clave del ahorro familiar. Ahora, el estallido de la pandemia del coronavirus y sus consecuencias económicas parecen haber consolidado a este subsector como una alternativa sólida en tiempos de incertidumbre.
En los dos últimos meses, el número de viviendas dedicadas al turismo en Galicia se ha disparado desde las 8.541 registradas en mayo de 2019 hasta las 10.749 anotadas ayer en los canales oficiales de la Xunta. El crecimiento supera el 25,8% en solo doce meses. La mitad de este ramo de actividad gallego se desarrolla en la provincia de Pontevedra, que acapara en la actualidad 5.040 de estas viviendas a la espera de turistas. Hace un año eran únicamente 4.028, un 25% menos. Y hace solo dos meses eran 4.519, un 11,5% menos que ahora mismo.
El gigante Inditex creció en su negocio un 8% en 2019, la multinacional automovilística francesa PSA, con presencia crucial en la economía gallega, medraba en el mismo año un 1%. Y otro de nuestros emblemas pesquero y transformador, como es Nueva Pescanova, cerraba 2019 con un aumento de facturación del 12%.
El auge de las viviendas turísticas no tiene parangón con ninguno de los sectores o firmas determinantes en Galicia. Nadie se anotó un 25% de aumento de actividad en los últimos doce meses, ni casi un 12% en los últimos dos, coincidiendo justo con el período de confinamiento y el estado de alarma. El conjunto de la economía gallega, por ejemplo, solo fue capaz de sumar el pasado ejercicio económico un crecimiento del 1,8%.
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Se calcula que el turismo crece en Galicia a un ritmo cercano al 6,2%, con un récord en 2019 de 5,1 millones de visitantes que dejaron cerca de 5.000 millones de euros en un sector donde están empleados alrededor de 70.000 gallegas y gallegos.
Los propietarios de viviendas turísticas aspiran a llevarse una parte cada vez más importante de este suculento pastel. Y en tiempos como el actual, de clara contracción en el gasto, compiten en precio y en localización, aunque siguen lejos de los establecimientos hoteleros en cuanto a servicios.
Tal es el aumento en la provincia de Pontevedra que el número de plazas de alojamiento en estos pisos, apartamentos y casas dedicadas a alojar turistas supera ya las 26.300, tantas como tienen los 410 hoteles censados en cualquiera de las localidades de Pontevedra.
Y si existe un paradigma de la buena marcha de este subsector turístico ese es Sanxenxo. La joya turística de las Rías Baixas acapara, de largo, la mayor oferta de este tipo de habitaciones y estancias. Hoy están censadas en la localidad sanxenxina 1.830 viviendas turísticas, un 5,9% más que hace un año. Para hacerse una idea de la dimensión, basta decir que en Vigo hay únicamente 461, en O Grove 341, en Baiona 174 o en Nigrán 123. Solo Sanxenxo tiene más pisos turísticos de los que suman juntas las provincias de Lugo (1.375) y Ourense (391), y casi el 46% de todas las existentes en la provincia de A Coruña, con referentes turísticos tan nítidos como Compostela o la propia ciudad herculina.
De las 26.309 plazas que ofertan las viviendas de uso turístico en la provincia pontevedresa, 9.512 están en Sanxenxo.
