Suspenden el juicio contra el dueño de un club de alterne por la incomparecencia de un inspector

La Fiscalía solicita para hombre una pena de tres años de cárcel y una multa de 5.000 euros, así como el cierre del local durante cinco años
Audiencia de Pontevedra. GONZALO GARCÍA
photo_camera Audiencia de Pontevedra. GONZALO GARCÍA

La Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra ha suspendido el juicio por un delito contra los derechos de los trabajadores señalado para este martes contra el responsable de un club de alterne del municipio pontevedrés de Mos. 

El juicio ya había sido suspendido en anteriores ocasiones, pero esta vez el motivo ha sido la incomparecencia del inspector de trabajo citado. 

Además, la abogada de la defensa alega que durante los últimos años este establecimiento cambió el administrador, por lo que entienden que debe ser citado el nuevo responsable de la empresa. 

Junto a las 29 mujeres de distintas nacionalidades localizadas, la inspección detectó otras 13 personas que sí estaban dadas de alta en la Seguridad Social

IRREGULARIDADES. La Fiscalía solicita para el dueño del club en el año 2014 una pena de tres años de cárcel y una multa de 5.000 euros, así como el cierre del local durante cinco años. El establecimiento, registrado como Restaurante Hotel, estaba "dedicado a actividad de alterne y prostitución", según el escrito de acusación. 

El escrito de acusación refleja que B.D.M.S. venía regentando un club de alterne en Mos que, el 23 de octubre de 2014, fue objeto de una inspección por sorpresa que permitió descubrir la situación irregular de varios de sus empleado.

Concretamente, "dio ocupación de forma simultánea a varias trabajadoras del alterne seleccionadas, las cuales debían someterse al régimen laboral impuesto por el acusado, consistente en respetar los horarios de apertura y cierre del local y atraer o servir de reclamo a los clientes para incitarles al consumo de copas".

El club se quedaba con 10 euros del precio de cada copa y la empleada se quedaba con el resto, si bien se le descontaban cinco euros por el uso de las sábanas y entrega de preservativos.

Junto a las 29 mujeres de distintas nacionalidades localizadas (una de las cuales ejercía labores de bailarina, dos veces por jornada, a cambio de 60 euros), la inspección detectó otras 13 personas que sí estaban dadas de alta en la Seguridad Social: dos porteros, cinco camareros, un encargado, tres limpiadoras y dos administradores.