Gritos, llanto, rabia, frustración y reproches como "no tenéis corazón ni humanidad, estamos en la calle y os da a todos igual", "sinvergüenzas, desalmados, mamones", "cambiad nuestras casas destruidas por las vuestras para saber lo que se siente".
Con expresiones como estas manifestaron este viernes su desesperación los afectados por la explosión de una pirotecnia ilegal que hace ya 37 días arrasó medio barrio de A Torre, en Paramos, y parte del de Souto, en Guillarei (Tui). Fue en el Pleno de la Deputación, a donde acudieron con el fin de solicitar la colaboración de esta y de todas las administraciones para ayudarlos.
Antes de que diese comienzo la sesión, Salvador García tomó la palabra en nombre de la asociación de afectados para exponer que, cinco semanas después de la explosión "parece que todo continúa igual, cuberto de toldos azuis e cascallos". Por tal motivo, solicitó que Xunta, Gobierno central, Deputación y Concello de Tui "se xunten e remen con nós na mesma dirección". Las víctimas expusieron que las ayudas asignadas "non dán nin para pipas", solicitaron que el dinero que reciban no esté sometido a impuestos, que se inicien sin más demora las labores de desescombro y que las ayudas sean directas y se concedan por vía urgente y sin que los damnificados tengan que pagar las facturas por adelantado, "porque moitos somos familias humildes e non temos medios para facelo".
Sin embargo, y a pesar de que los presentes solicitaron que todos los grupos de la Corporación dejasen la política a un lado para tirar juntos del carro, su deseo no se cumplió.
MOCIÓN Y ENMIENDA Tras dos horas de Pleno, el PP presentó una moción reclamando a la Administración provincial una línea propia de ayudas dirigida al Concello tudense y a las víctimas. El diputado popular Santiago Rodríguez recordó que su grupo ya había intentado debatir ese mismo texto en el Pleno del 25 de mayo, pero entonces el bipartito no lo permitió. También recriminó que algunos vecinos de Tui tuvieron que quedarse fuera del salón de Plenos por no llevar consigo sus DNI (requisito imprescindible para acceder a las sesiones) y recriminó al Gobierno provincial que "non puxo nin un euro extra" (a parte de los programas de ayudas provinciales ordinarios) para los afectados, "pese a que ten 163 millóns de euros de remanantes sen gastar".
Las víctimas expusieron que las ayudas asignadas "non dán nin para pipas", solicitaron que el dinero que reciban no esté sometido a impuestos y que se inicien sin más demora las labores de desescombro
En el lado contrario, el grupo socialista formuló una enmienda a dicha moción solicitando la implicación del Parlamento gallego, la Xunta, el Estado y también de la propia Deputación, en este último caso para agilizar la tramitación del Plan Concellos y del Deporemse para que el Ayuntamiento de Tui pueda destinar los fondos a la zona afectada por la explosión y para poner a disposición medios técnicos y personal, así como ayudas de emergencia del Servicio de Cohesión Social.
El socialista Carlos López Font acusó al PP de "usar" la tragedia de los vecinos "para conseguir réditos electorales". De igual manera, el vicepresidente provincial, César Mosquera, recriminó a los populares que "tentar enredar coas desgrazas alleas é ruín, deleznable e noxento". Además de recordar que "nos 24 anos que o PP gobernou a Deputación nunca sacou ningunha liña de axudas para ningunha traxedia", el nacionalista también acusó a los populares de "enganar aos veciños". Así, afirmó que el remanente de la Deputación "non se pode usar" para Tui porque "temos todo o crédito comprometido, pero o Concello de Tui si ten 9,9 millóns de remanente e pode gastalos", dijo. "Nós fixemos todo o que podiamos facer", añadió, insistiendo en que la institución no puede habilitar una partida de ayudas para las víctimas.
La respuesta del PP fue que el Gobierno provincial "non ten vontade política de axudar, porque podería facer convenios directos co Concello de Tui, pero prefiere botar balóns fóra".
Finalmente, todo el debate no pasó de ser una nueva discusión política, porque los populares se negaron a aceptar la enmienda, así que el PSOE y el BNG votaron en contra de la moción, que fue rechazada con sus 13 votos y la abstención del portavoz de Marea.
Tal falta de acuerdo hizo estallar de rabia a los vecinos presentes, que comenzaron a increpar a los miembros de la Corporación, sobre todo al grupo de Gobierno. Este hecho provocó momentos de gran tensión, especialmente cuando la presidenta, Carmela Silva, y los demás diputados del bipartito abandonaron la sala. De hecho, algunos miembros del personal de la Deputación intervinieron para tratar de calmar a los presentes, que estaban visiblemente furiosos. Los vecinos también les reprocharon a los representantes del PP que no dejasen a un lado las diferencias políticas para llegar a un acuerdo en beneficio de todos.
