Sabido es que, junto con el Entroido de Cobres, el día San Martiño, 11 de noviembre, es uno de los de más arraigo popular en Vilaboa e incluso festivo local en muchas ocasiones.
Aunque el municipio forma parte de la lista de concellos confinados perimetralmente por la evolución de la pandemia, el Gobierno local ha decidido que la fecha que es considerada una de las más importantes del año por los vecinos no se puede quedar sin una celebración aunque esta sea discreta y marcada fuertemente por las restricciones actuales.
Para poder responder a esta situación, el Concello ha optado por mantener la idea del magosto tradicional, pero en versión take away, es decir, para llevar.
El alcalde, César Poza, ha indicado que, "o magosto é unha tradición no día do patrón. Este ano, as circunstancias impiden que se celebre como outros, pero sabemos que é importante manter certa perspectiva do que nos une como concello, de xeito que, sabendo que a situación non invita a pararse moito, pensamos que sería boa idea manter un resquicio da nosa tradición poñendo un castañeiro para que calquer veciño que queira, poida achegarse e levar castañas para a casa". El reparto del producto estrella será gratuíto, pero se exige que los que acudan a por los cucuruchos se cuiden de llevar mascarillas, desinfectarse las manos y mantener la distancia de seguridad, medidas sanitarias que no se deben olvidar.
Las castañas, recuerda el alcalde, "son para levar", de modo que no se pueden degustar en grupos en la calle, salvo que estos sean de convivientes, para cumplir también con esa restricción impuesta en los municipios confinados.
El tren del magosto se situará en el entorno de la iglesia desde las 17.00 horas y el Concello anima a los vecinos a acudir a por sus castañas para conmemorar de algún modo la jornada.
