Poio y Meis escalan en el nivel de restricciones y Marín suma más casos que Pontevedra

"No se están cumpliendo las normas" y "podemos enterrar a gente", advierte el alcalde de Vilanova de Arousa
Terrazas en Marín. J. CERVERA-MERCADILLO
photo_camera Terrazas en Marín. J. CERVERA-MERCADILLO

La evolución de los contagios ha llevado al subcomité clínico a realizar un nuevo reajuste en las restricciones que rigen en cada concello y, de nuevo, el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés será objeto de importantes cambios a partir del próximo lunes.

Vilanova de Arousa pasará al nivel máximo de limitaciones, en el que ya se encuentra y en el que permanecerá unos cuantos días más el ayuntamiento de O Grove. Como es sabido, esto afecta a la movilidad y a la actividad socioeconómica, ya que implica el cierre perimetral y el cese total de la hostelería de cara al público. El sector solo puede prestar servicio a domicilio.

O Grove acusa la alerta roja: "Hay días en los que no se hace ninguna venta y la hostelería está hundida", indican los empresarios

Meis ascenderá al nivel alto de restricciones, en el que permanecerán Marín, Meaño y Ribadumia hasta al menos el próximo viernes, que es cuando entrarían en vigor las medidas acordadas en el comité del lunes. ¿Qué significa esto? Básicamente que la hostelería se verá limitada, dado que en este nivel de alerta solo puede funcionar en terrazas y con un aforo del 50%. Finalmente, Poio entrará en el nivel medio, en el que seguirán Cambados, Catoira, Vilagarcía y A Illa, con un aforo del 50% en el exterior de los establecimientos hosteleros y uno del 30% en el interior. Los 14 concellos del área restantes del área sanitaria, incluida Pontevedra, seguirán en el nivel más bajo.

EN ALERTA ROJA. El endurecimiento de las medidas suscita opiniones dispares en los concellos afectados. Gonzalo Durán, alcalde Vilanova de Arousa, interpreta con estos datos que "no se están cumpliendo las normas" de prevención y advierte de que, si la situación no se reconduce, las consecuencias pueden ser nefastas: "Debemos actuar como si todos estuviéramos contagiados, con el miedo que teníamos cuando estábamos confinados (...), porque esto le puede costar la vida a alguien, podemos enterrar gente", manifestó en un vídeo compartido con los medios.

Meis sube de nivel con la esperanza de mejorar en breve y Poio vincula las limitaciones con el brote de As Chancelas

El popular pidió a sus vecinos "ser rigurosos" para bajar la incidencia y poder salvar la temporada estival. "Que nadie piense que si el verano pasado fue bueno, este también lo será, porque hace un año veníamos de un control estricto y una incidencia bajísima y ahora no es así. Esta ola puede bajar en quince días o un mes, pero vendrá otra y, si no somos rigurosos, podemos crear un daño económico, social y sanitario importante", subrayó.

[Terrazas en Marín. J. CERVERA-MERCADILLO]

Terrazas en Marín. J. CERVERA-MERCADILLO

CANSADOS. En O Grove la alerta roja empieza a hacerse pesada. El municipio es uno de los concellos gallegos que ha estado más tiempo confinado, sometido a un cierre perimetral que se hace eterno y a un veto en la hostelería que no solo pone contra las cuerdas al sector de la restauración, sino que también arrastra al comercio. "Es el peor cierre de los que llevamos. Estamos con las promociones del Día de la Madre y los bonos del Concello y la Xunta, pero hay días en los que no se hace ninguna venta, quizás por el miedo a salir. Y la hostelería está hundida. Algunos se animaron a prestar servicio a domicilio los fines de semana, pero no llega para pagar los gastos. Además, en su momento hubo condonaciones o descuentos en el alquiler, pero ahora no. Es desesperante. La economía y la moral están por los suelos", señala a preguntas de este periódico, María Gómez, gerente de Emgrobe, la única asociación de empresarios del concello.

Marín, donde el Sergas cirbará a más de 1.000 alumnos entre el lunes y el martes,  ya supera a Pontevedra en positivos

El alcalde del municipio, José Antonio Cacabelos, asegura que el pueblo ha pasado del "malestar y la rabia" de los primeros días a "intentar asumir" la situación, pero reconoce que el golpe es visible. "Se ve tristeza, hay silencio, locales cerrados y una economía que funciona a ralentí".

El regidor vincula la situación epidemiológica a "la confianza" que se genera en el ámbito familiar y a la "idiosincrasia" que reina en el municipio, que hace que haya "familias enteras que siguen comiendo juntas todos los días".

Cacabelos también ve con "preocupación" la posibilidad de que la pandemia frustre el arranque de la temporada estival, aunque ello no le impide seguir siendo "optimista", tanto por la bajada de la incidencia que reflejan los últimos partes como por el despegue previsto de la vacunación. "Seguro que en junio estaremos en un escenario mejor", augura.

[Cribado en Marín. GONZALO GARCÍA]

Cribado en Marín. GONZALO GARCíA

MÁS POSITIVOS. La alcaldesa de Meis, Marta Giráldez, se "esperaba" el ascenso en el nivel de restricciones debido el "incremento" de casos activos que se registró en los últimos días. Según dice, vecinos y empresarios están "un poco cansados" del vaivén entre un nivel y otro de restricciones. Sobre todo, los vinculados a la hostelería, "que siguen siendo los más afectados" a pesar de que Giráldez está "convencida" de que el "incremento de casos no se debe a este sector". La socialista solo espera que "en los próximos días la situación mejore" para poder bajar de nivel.

Para Nito Sobral la entrada en el nivel medio de restricciones "non é unha boa noticia" y, según dice, tiene mucho que ver con el brote detectado en el CEIP As Chancelas de Poio, donde se han diagnosticado nueve casos y se han cerrado dos aulas, dejando en cuarentena "a familias e docentes". El nacionalista está especialmente "preocupado" por la posibilidad de que la incidencia aumente, por eso emplaza a los poienses a "evitar os contactos non necesarios e a protexerse mentre non se empece a vacunar con algo máis de contundencia".

Por su parte, Marín entró el viernes n el nivel alto de restricciones y lo cierto es que el incremento de positivos que ha sufrido en las últimas 24 horas es importante, presumiblemente por los cribados realizados en A Raña y el CPR A Inmaculada, donde ya constan 19 positivos. En total la villa marinense cuenta con 82 casos, tres más que Pontevedra.

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