¿Cuáles son los alimentos más ecológicos y sostenibles?

Una frutería. PIXABAY
photo_camera Una frutería. PIXABAY

Los últimos meses están siendo extraordinariamente calurosos en España, y el problema no se limita solo a nuestro país. Toda Europa está padeciendo una ola de calor tras otra y superando un sinfín de récords de temperatura, porque 2023 está siendo el año más caluroso en el planeta desde que existen registros. En este contexto, la necesidad de reducir emisiones de CO2 y llevar un estilo de vida sostenible es ahora más acuciante que nunca.

No todos los alimentos son igual de contaminantes ni suponen la misma carga para el ecosistema. Los productos locales, por ejemplo, contaminan mucho menos que los de importación, porque su transporte no requiere de tanta energía. Y los alimentos vegetales son mucho más sostenibles que los de origen animal, porque se requiere mucha menos energía y agua para su producción.

Si quieres contribuir a reducir las emisiones de CO2 al tiempo que adoptas un estilo de vida más saludable, entonces, estos son algunos de los criterios que puedes tener en cuenta:

Opta por productos de origen nacional

Consumir productos españoles o, mejor aún, gallegos, contribuirá a reducir las emisiones de CO2 derivadas del transporte de los alimentos. Los plátanos de Ecuador pueden ser deliciosos, pero son transportados desde la otra punta del mundo, generando muchísimas emisiones por el camino. En cambio, las manzanas o peras de Galicia recorren muy poca distancia entre la granja y el supermercado. ¡Y, además, son deliciosas!

Los descuentos del supermercado Aldi suelen incluir además una excelente variedad de frutas y verduras de todo el país. Por ejemplo, puedes conseguir nectarinas a granel por solo 1,35 € el kilo, o 200 gramos de queso tierno de vaca en lonchas por solo 1,49 € la unidad. Apostando siempre por alimentos locales y buscando las mejores ofertas, puedes ahorrar bastante en tu cesta de la compra y, además, contribuir a proteger el medio ambiente.

Opta por alimentos naturales

Los alimentos naturales no solo son mucho más saludables que las comidas procesadas, sino que, además, dañan mucho menos el ecosistema. Si compras una tortilla de patatas precocinada, por ejemplo, estás financiando un producto que emitió mucho más CO2 debido al transporte de los ingredientes a la fábrica, las emisiones de la propia fábrica, las emisiones del plástico que envuelve la tortilla, y el transporte final hasta el supermercado.

Es mucho más ecológico comprar las patatas y los huevos en el supermercado y hacer la tortilla en casa. ¡Y, por supuesto, la tortilla tendrá mucho mejor sabor! Añadirle chorizo o cebolla ya será cosa tuya, pero lo importante es que optes siempre que te sea posible por productos naturales que luego cocinarás en casa, en lugar de comprar artículos que han sido cocinados y envasados en una fábrica. ¡Además, es mucho más económico!

Opta por vegetales y cereales

Todavía hay mucha gente que no es consciente de que los productos de origen animal –carnes, quesos, la propia leche– emiten muchas más emisiones que los de origen vegetal. Una lechuga, por ejemplo, simplemente se siembra, se riega, se cosecha y se vende. Va directo de la tierra a la mesa (después de lavarla, claro). Un solomillo, en cambio, requiere alimentar un animal durante años con productos de origen vegetal que también requieren mucho mantenimiento.

Además, las vacas y los cerdos necesitan estar alojados en lugares con una temperatura controlada, y a todo esto hay que añadir las emisiones derivadas del sacrificio y el posterior procesamiento de su carne. No solo se trata de prácticas crueles con los animales, sino que, además, emiten muchísimo más CO2 que los tomates, las zanahorias, los espárragos o el arroz, por ejemplo. La opción más sostenible es entonces una dieta vegetariana.

Cultiva algunos de tus propios alimentos

Finalmente, recuerda que no solo puedes comprar tu comida, sino que, además, puedes cultivarla. Si vives en una casa con jardín te resultará muy sencillo plantar un manzano, por ejemplo, o dedicar una parte de tu tierra a sembrar verduras. Pero, si vives en un apartamento, también puedes cultivar en el balcón rúcula, cebollas, escarolas, espinacas, tomates cherry y muchos otros alimentos que no solo serán deliciosos, sino que, además, serán muy saludables.

Cultivar tus propias verduras también te ahorrará muchísimo dinero en la cesta de la compra. Y no, no se trata de subsistir únicamente mediante la siembra. Pero, si puedes cultivar algunos vegetales en casa y ahorrarte ese dinero en el supermercado, ¿por qué no hacerlo? No solo es un hábito realmente sostenible, sino que es una excelente manera de combatir la elevada inflación a la que estamos enfrentándonos desde el fin de la pandemia.

Adoptar todos estos consejos te permitirá disfrutar de un estilo de vida mucho más saludable, ahorrar mucho dinero al mes, y contribuir a reducir las emisiones de CO2 que están castigando como nunca al clima global. ¡No es necesario hacer un cambio radical en tus hábitos! Simplemente, ve incorporando más verduras en tu dieta, apuesta por productos nacionales, y plantéate sembrar algunas verduras en tu terraza. ¡Enseguida notarás la diferencia!