Clara López, bailarina con parálisis cerebral

"En la danza me siento valorada como soy"

La parálisis cerebral con la que nació le puso piedras en el camino. Solo la danza le devolvió la libertad y el reconocimiento de los demás.
Clara López Villar, en un ensayo, con otro bailarín por detrás. PAULA VILLAR
photo_camera Clara López Villar, en un ensayo, con otro bailarín por detrás. PAULA VILLAR

No pretende que su historia se vea como un ejemplo de superación. Ella no quiso nunca superarse de nada, solo quiso ser ella. Una más entre los demás. Pero no siempre se lo pusieron fácil. La parálisis cerebral con la que nació le puso piedras en ese camino. Solo la danza le devolvió la libertad y el reconocimiento de los demás. Como una de ellos, como cualquiera.

¿Hace mucho que comenzó a bailar en los escenarios?
Empecé a bailar con 13 años. Ahora tengo 18, así que llevo cinco años.

¿Cómo descubrió la danza?
La compañía Experimentadanza, en la que estoy, organizó un cásting en Santiago para un proyecto anual que financian el Concello y la Diputación, de expresión corporal, voz, danza y teatro, y de ahí pasé a bailar con ellos. Desde entonces, participé en cuatro espectáculos con Experimentadanza: ‘Habitados’, ‘No me toques el secreto’, ‘Límites’ y ‘Son libre’. 

¿Le resultó difícil adentrarse en este mundo y sentirse una más en la compañía?
No, porque simplemente la coreógrafa, Carlota Pérez, vio que encajaba en lo que quería hacer, en el proyecto que tiene. Ella defiende que en la danza hay cabida para todos los movimientos y cuerpos e incluso introduce mi silla de ruedas en los montajes como si fuese un bailarín más. Desde que empecé, sentí libertad y un respeto hacia mi persona porque se me valora tal cual soy y no siempre me habían respetado así. Siempre tuve que estar demostrando a los demás lo que puedo hacer. Y, en este caso, no tuve que cambiar mi forma de ser para ser aceptada. Por ser yo misma, ya me consideraron válida y fui reconocida.

¿Alguna vez se puso barreras usted misma para comenzar a bailar pensando si podría hacerlo?
Me ponía la barrera de la visión que tendrían los demás de mí, pero el escenario le abre los ojos a la gente y, al final, todo fluyó. La primera vez pensé que no podría hacerlo y me dio una llorera, no quería salir por miedo a cómo se me iba a juzgar, pero di todo de mí y salió bien.

¿Se puede bailar aunque se use una silla de ruedas y se tenga poca movilidad?
En mi caso, lo que hago es mucho trabajo en el suelo. Pero también bailo subida a la silla, moviendo los brazos, la cabeza y el tronco y con la expresión de la cara.

¿Se imaginó, en alguna ocasión, que llegaría a formar parte de una compañía?
No. Siempre me apunté a un bombardeo pero a veces no era fácil. A la danza me apunté para probar simplemente. Nunca me planteé que podría ser bailarina.

Ahora mismo, ¿qué supone para usted ser bailarina?
Un avance para conocerme más a mí misma.

¿Pretende dedicarse a la danza de forma profesional?
Soy muy joven aún para pensar en eso. Ahora mismo, estoy estudiando un ciclo de FP de Impresión Digital. Lo que sí tengo claro es que quiero que la danza forme parte de mi vida.

¿Cree que se puede bailar encima de un escenario solo aportando sus sentimientos?
Sí, por supuesto, porque el cuerpo siente las emociones y el escenario te permite expresar esos sentimientos como te pida el cuerpo y sin barreras. Solo es un fluir.