"Me encantaría que los poemas ayudasen a alguien en unas circunstancias parecidas, que le acompañasen". Las circunstancias a las que se refiere Rocío García Polo (Pontevedra, 1983) son las que conlleva el diagnóstico de cáncer. En concreto, de cáncer de mama, que fue lo que ella padeció y le llevo a escribir una serie de poemas que ahora publica la editorial Olé Libros con el título La vida era otra cosa, no este intento.
La también poeta Míriam Ferradáns acompañará este jueves (19.30 horas, entrada libre hasta completar aforo) a la autora en la presentación de este libro, su debut literario, que tendrá lugar en Paz. Esta librería no es un lugar cualquiera para Rocío García Polo. "Aquí trabajé ocho añitos. Hasta me diagnosticaron el cáncer".
La poeta, que de jovencita leía y releía a Benedetti y Pessoa, y que ahora admira a Alejandra Pizarnik e Ida Vitale, cuenta que la escritura la ha acompañado toda su vida. "En cuanto aprendí a escribir y a leer, ya no lo dejé. Me recuerdo siempre rellenando diarios y libretas. En el colegio, en el instituto, cuando me puse a trabajar... Casi como un desahogo, una necesidad vital. Creo que no ha habido un día en el que no haya escrito algo", cuenta. "Pero, hasta ahora, nunca me había atrevido a dar el paso de enviarle los textos a alguna editorial para ver si se podían publicar. A finales del año pasado, personas muy cercanas me animaron a intentarlo en serio. Me convencieron y probé". Y resultó.
En la poesía es donde más cómoda me he sentido siempre. Cuando he querido contar algo de verdad, me sale en verso
Su debut recoge su experiencia con la enfermedad desde lo íntimo. Pero es que, ya antes, todo lo que acababa en sus libretas era de carácter personal. "Escribo sobre lo que me pasa". Y casi siempre en forma de poesía. "Porque es donde más cómoda me he sentido siempre. Cuando he querido contar algo de verdad, me sale en verso".
En el año 2017, a Rocío García Polo le diagnosticaron cáncer de mama. Hizo lo que venía haciendo: escribirlo. "De hecho, el libro está dividido en cuatro partes, que son las cuatro etapas que atravesé: la noticia, la quimioterapia, la operación y la radioterapia, que me lleva finalmente al punto en el que estoy ahora. En definitiva, escribí el diario de la enfermedad".
Algunos poemas fueron escritos en el momento en el que las cosas sucedieron, "porque me encontraba bien"; otros rememoran acontecimientos de días atrás, "porque a veces lo único que quieres es tumbarte hasta la mañana siguiente".
Es de esta manera que el poemario alterna momentos más luminosos y optimistas con otros más oscuros y pesimistas, según cree Rocío García Polo. "Pero supongo que la lectura que realices de los poemas también tiene que ver con tu propia experiencia o con el momento que estés atravesando. Cada persona vive y siente las cosas de forma muy diferente". En este punto, la autora se refiere, por ejemplo, a su propia experiencia durante la enfermedad y el tratamiento. "Yo llevé muy bien la quimioterapia, pero bastante peor la radioterapia. Sin embargo, para mucha gente es exactamente al contrario".
Muchas veces, cuando te preguntan qué tal estás, simplemente respondes que bien. Pero llegas a casa mal y te pones a escribir y ahí sí que lo sueltas todo
Aparte de lo que sale publicado en el libro, está todo lo que acababa en la basura. "Al fin y al cabo, esto no dejaba de ser una forma de escritura terapéutica. Tiré muchísimo más de lo que acabó aprovechándose", explica. "Muchas veces, cuando la gente te pregunta qué tal estás, simplemente respondes que bien. Porque no puedes ni tiene sentido contarles cada detalle de lo que sientes, de lo que te pasa, que has vomitado, que no has dormido... Pero llegas a casa mal y te pones a escribir y ahí sí que lo sueltas todo". Se lo contaba al poema. "Y me ayudaba".
En vísperas de la presentación de su libro, Rocío García Polo dice que siente una mezcla de expectación y nerviosismo. "Encima lo hago en Paz, que es un sitio muy especial para mí, y hablando de algo tan íntimo como fue esta experiencia con la enfermedad", confiesa. "Pero Míriam Ferradáns, que va a estar conmigo, me ha asegurado que todo va a ir bien y yo confío en ella".
