Ismael Kadaré, Príncipe de Asturias de las Letras

El escritor albanés Ismaíl Kadaré ha sido galardonado con el premio Príncipe de Asturias de Las Letras. Kadaré es un gran estudioso de la tradición albanesa y de la idiosincrasia de este pueblo balcánico. Sus títulos han sido traducidos a más de 40 idiomas.

La ganadora de la pasada edición del Premio Príncipe de las Letras fue la canadiense Margaret Atwood, de la que el jurado que le concedió el galardón destacó su espléndida obra y su exploración de los diferentes géneros con agudeza e ironía, además de su permanente defensa de la dignidad de las mujeres.

Cinco escritores partían como favoritos para este Príncipe de Asturias de las Letras, además de Kadaré, el holandés Cees Noteboom, el italiano Antonio Tabucchi, el británico Ian McEwan y el checo Milan Kundera.

El mito y la leyenda de Albania
Ismail Kadaré estudió en la Universidad de Tirana y en el Instituto Gorky de literatura universal de Moscú hasta 1960, cuando la ruptura de relaciones entre  Albania y la Unión Soviética le hizo regresar a su país.

Tras publicar algunas poesías, fue su primera novela, El General del Ejército Muerto (1963), la que le valió el reconocimiento internacional.

Kadaré aprovecha en sus libros su labor de estudio de la cultura albanesa para plantear interrogantes sobre las leyendas y la historia de Albania.

Su universo literario, lleno de mitos y leyendas, se inspira en época como el Imperio otomano, China, Egipto antiguo, la Unión Soviética, Albania medieval o moderna, tomadas todas estas referencias temporales desde el punto de vista del infinito de un laberinto temporal.

Varias de sus obras -Los Tambores de la Lluvia, El Palacio de los Sueños, Abril Quebrado o El Monstruo- lo han ido elevando al Olimpo de los grandes de las letras, que ahora termina de alcanzar gracias a este reconocimiento.

Compromiso con los albanokosovares
Además de su amplia labor literaria, de Kadaré destaca su compromiso con esclarecimiento internacional de la persecución de los albaneses de Kosovo. No en vano, su obra es una denuncia contra el trágico absurdo del totalitarismo, y también el peso del destino sobre la condición humana.

Kadaré es uno de los intelectuales más activos en Europa, donde su compromiso se centró en la denuncia de la persecución de los albaneses de Kosovo, motivo que lo llevó a autoexiliarse casi 9 años en Francia.

Reflejo de ese compromiso son obras como Spiritus (1996), una reflexión sobre la estrategia del terror en un sistema político opresor o Tres cantos fúnebres por Kosovo (1999).

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