"Uno es cineasta antes de hacer una película, es una voluntad"

El cineasta vigués, Lois Patiño, tuvo que posponer a octubre el estreno de su nueva película, 'Lúa vermella'. Hijo de Antón Patiño, llevó a su bebé a la exposición que el abuelo tiene en el CGAC de Santiago
Lois Patiño
photo_camera Lois Patiño. JULIA LLERENA

LOIS PATIÑO es un exponente del Novo Cinema Galego. Su última película 'Lúa vermella' se estrenó en febrero, viéndose afectada por la pandemia. Sus nuevos proyectos, aún en desarrollo, lo llevarán a grabar a lugares como las Islas Azores, Laos, Tanzania y Tokio.

Casi siempre recurre a Galicia para sus rodajes. ¿Qué hay en Galicia y no hay en otros lugares?
Por un lado cuando acudo a mis inquietudes e intereses más profundos, ahí aparecen los orígenes, aunque haya crecido entre Galicia y Madrid, mi identidad es totalmente gallega. Además, es un espacio que tiene una identidad muy clara, unos referentes culturales muy propios y distintos a los de otros lugares. Hay muchas Galicias: la rural, la de las montañas, la costera,... Esta última es en la que me he fijado más para mis proyectos.

¿Piensa que Galicia está poco explotada en el mundo del cine?
No diría tanto como poco explotada. Al menos en la actualidad, somos muchos cineastas los que tratamos de recoger la cultura gallega. Tal vez en el pasado no lo estuvo tanto; pero, siempre que haya artistas que se quieran fijar en Galicia, estará presente en su alma para reflejarse.

¿Cómo ha sido la acogida de 'Lúa vermella' y qué incidencia ha tenido en ella el coronavirus?
Se estrenó a finales de febrero en la Berlinale, ya empezaba a sonar la pandemia, pero estaba ubicada en China. De Berlín pudo viajar a México, yo me tuve que volver rápidamente antes de que cerraran las fronteras, luego estuvo en Colombia y después anularon todos los festivales. El estreno en salas iba a ser en abril, pero tuvimos que posponerlo hasta finales de octubre. Esta situación de pandemia mundial ha afectado a la promoción y distribución en festivales.

En sus proyectos los protagonistas tienen poca experiencia o carecen de ella. ¿Por qué esta decisión y cómo es trabajar con ellos?
La mayoría de personas que aparecen en 'Lúa vermella' están paralizadas. Yo buscaba hacer un relato fotográfico, pictórico y la autenticidad de los rostros, por eso lo hice de esa manera, porque hay una voluntad documental.

¿En cuántos países han estado presentes sus películas? ¿Cuando comenzó, pensaba que iba a llegar a este nivel?
La dimensión internacional vino con 'Costa da Morte' y el corto ‘Montaña en sombra’, sobre el año 2012. Es difícil decir un número, sobre cincuenta. Nunca había pensado en tal dimensión internacional.

¿Cómo fue su confinamiento, estuvo presente la creatividad?Fue padre hace pocas semanas.
Mi hijo tenía nueve días y ya estaba en la exposición de mi padre en Santiago. El confinamiento para los artistas no ha cambiado el modo de trabajo porque son profesiones solitarias, de investigación y documentación. Yo lo pasé en Vigo, pero viajé a lugares a los que me llevaban las películas.

¿Cuánta influencia tuvieron sus padres, Antón Patiño y Menchu Lamas, dos pintores reconocidos, para que usted sea cineasta?
Tiene toda la influencia, como dije, mi hijo ya ha ido a la exposición de mi padre y eso lo he vivido yo con mis padres. El ocio de nuestra familia era ver exposiciones,o hablar de un filósofo o un escritor... Conscientemente o no, eso ha ido calando en mí.

El ocio de nuestra familia era ver una exposición, o hablar de un filósofo o un escritor. Eso ha calado en mí

¿Qué cine é que consume?
Películas que me alimenten. Evito las de mero entretenimiento, aunque a veces cae alguna. Estas películas tienen mucha radicalidad. También en la música y la Influencia literatura busco cosas que intenten explorar nuevas formas, no un producto repetitivo.

Un sueño por cumplir y uno que haya cumplido
El cumplido es fácil, tener un hijo y formar una familia, con mi pareja, Julia Llerena, también artista; así que perpetúo el ejemplo de mis padres. Por cumplir, yo creo que seguir creciendo como cineasta y lograr construir una obra de relevancia antes de que me muera.

¿Cree que el cine y el arte en general son una de las más potentes herramientas de reivindicación?
La política y el periodismo son más directas, pero el arte tiene la capacidad de tocar la esencia de la reivindicación de una manera elemental. Tiene una capacidad de tocar la emoción a las personas y eso es lo que siempre va a movilizarlas.

¿Debería tener más peso la creatividad en la educación?
Sí, todo lo que sea invertir en educación será poco. Si el dinero fuera infinito lo destinaría ahí. Venimos de una educación sistemática y por eso viene lo de que se coarta la creatividad infantil. Todo lo que se consiga equilibrando la balanza hacia la creatividad va a ser positivo.

La financiación pública es esencial, no habría una identidad gallega sin la cultura, hay que fomentarla

¿Hay un apoyo suficiente al arte desde las instituciones públicas?

Es esencial, no habría identidad gallega sin la cultura, hay que fomentarla para fortalecer la identidad. El cine, lamentablemente, es un arte muy caro. El dinero de las salas no llega. Si hubiera el apoyo directo suficiente de las televisiones sería justo. Al igual que en educación, siempre es poca la inversión.

¿Qué consejo tiene para los jóvenes que desean dedicarse al cine?
Uno es cineasta antes de coger una cámara o hacer una película, es una voluntad, hay que ir alimentándose de experiencias, educar y ejercitar la mirada, tu mirada única, todo lo demás es conseguir reflejar tu mirada en imágenes. Después es trabajar mucho, sin miedo al error, hasta que vas viendo que lo que sientes se ve reflejado en esas imágenes.

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