"Te queda una sensación rara, pero muy guay. Como que no te lo acabas de creer. Es como un shock", confiesa Laura Solla. "Yo acostumbro a tener siempre resaca emocional de todas estas cosas. Pero esto ha sido tremendo, lo más gordo que me ha pasado en la vida". A lo que se refiere la guitarrista pontevedresa es que, la semana pasada, tocó durante cuatro noches consecutivas con Coldplay.
Esta colaboración empezó a gestarse con una llamada de teléfono. "Me llamaron de Live Nation, la promotora de estos conciertos". Lo hizo en concreto Rober Grima, presidente de la oficina en Madrid de esta empresa, responsable de las grandes giras internacionales de artistas como U2, Lady Gaga, Madonna y, efectivamente, Coldplay. Grima le preguntó si sabía tocar la lap steel, un tipo de guitarra, habitual en la música country y en el folk norteamericano, que se toca moviendo a lo largo de las cuerdas una pieza de metal denominada tone bar. "Le contesté que sí y entonces fue cuando me dijo que era para hacer una colaboración en directo con Coldplay. Y, nada, simplemente salió".
Live Nation le ofreció a Laura Solla interpretar junto a la banda británica, Sparks [canción incluida en su primer disco, Parachutes, de 2000], en los cuatro conciertos que iban a ofrecer entre el 17 y el 20 de mayo en el Estádio Cidade de Coimbra (Portugal). Era el arranque de una gira que les llevará también por Barcelona (del 24 al 28 de mayo), Manchester, Milán, Zurich, Amsterdam, Los Angeles y Tokyo, entre otros lugares. El tour internacional pasará por 19 ciudades de todo el mundo durante siete meses. Terminará el 22 de noviembre en Kuala Lumpur.
La guitarrista pontevedresa cuenta que el contacto que ha tenido con la banda ha sido poco, pero cercano y amable. "El primer día ensayé un poco con ellos antes de actuar. En el propio lugar donde se monta el concierto, porque también se monta un local de ensayo, un pequeño estudio... Es una auténtica barbaridad lo de las dimensiones de una gira como esta. No sabría decirte cuánta gente trabaja en ella. ¿200 personas? No sé, una locura", revela. "Luego volvíamos a coincidir cada noche en el escenario y nada más".
Ese escenario que compartía con Coldplay es el denominado C Stage [Escenario C], el más íntimo del espectáculo, que se sitúa en medio del estadio. "Es donde se interpretan los temas más acústicos, donde están más recogiditos y juntitos. Ahí es donde tocaba yo con ellos, con toda la gente alrededor".
Laura Solla nació en Ourense en 1993, pero se crio en Pontevedra, donde está afincada su familia y a donde regresa cuando puede. "La última vez que estuve por ahí creo que fue en febrero. ¡Pero es que no me coincide ningún concierto cerca de casa! De hecho, a mis padres los invité un día a asistir a uno de los de Coímbra". Estudió Psicología, aunque toda su vida profesional ha estado vinculada a la música. Formó parte de grupos como Inmaculate Fools y sustituyó a Pablo Novoa en la banda de Late Motiv, el último programa de televisión (hasta el momento) de Andreu Buenafuente. Más recientemente formó parte de la banda con la que Aitana se fue de gira. Este año lo hará con Marilia (Ella Baila Sola), Blas Cantó y Nat Simons.
Estás encima del escenario con una de las bandas más grandes del mundo, en una gira increíble... Es difícil de procesar. Para mí va a suponer un antes y un después
Hasta ahora, Coldplay formaba parte de su memoria musical sentimental. "Cuando publicaron sus primeros discos, los escuché mucho. Ahora es verdad que les había perdido un poco la pista, pero esta oportunidad los ha devuelto a mi vida. Poder escuchar todos aquellos temas en directo ha sido increíble. Porque me han acompañado toda la vida. Pero es que además el show es brutal. El más grande que he visto en mi vida". Ella ya había participado en giras importantes como la de Aitana, que podía reunir a 15.000 personas en un concierto. "Que ya era una animalada. Pero es que aquí estamos hablando de 50.000 personas durante cuatro noches seguidas, que se dice pronto. Es muy bestia".
Laura Solla reconoce que, aunque finalmente de lo que se trata es de tocar, es difícil aislarse de unas circunstancias tan particulares como estas. "Sabes que estás encima del escenario con una de las bandas más grandes del mundo, en una gira increíble, de las más importantes a nivel internacional, delante de toda esa gente... Es difícil de procesar. Estoy segura de que para mí va a suponer de alguna manera un antes y un después". ¿Repetiría entonces? "¡Por favor! ¡Claro!".
