El escritor y periodista José de Cora es uno de los 19 autores de novela histórica que han sido seleccionados en toda España para participar en la antología de relato histórico 'Retales del pasado' (Pàmies). El autor lucense aporta el cuento 'Los húmedos infiernos de Bicétre', en el que recrea las horribles condiciones de vida que padecían los presos de los primeros años de la Revolución francesa.
José de Cora indicó que escogió ese tema porque en el momento en el que se lo pidieron «estaba enfrascado en una historia del siglo XIX, que transcurría entre la Revolución Francesa y la Guerra de la Independencia española». Esa investigación fue el motivo de que encontrase información sobre una cárcel de París y que había sido «residencia de un obispo, hospital psiquiátrico» antes de ser «tétrica prisión» en los últimos años de la monarquía de Luis XV y los primeros de la Revolución francesa.
«El protagonista recibe en la cárcel la ayuda de otro preso y descubre que era su peor enemigo, un espía del rey»
El cuento del autor lucense está protagonizado por Donatien, un habitante de esa cárcel, «que es un personaje importante», aunque reserva su identidad por ser la clave de la historia.
Donatien ingresa en prisión y va conociendo la crueldad con la que los carceleros tratan a los condenados hasta que encuentra el alivio en un veterano. El encarcelado «recibe la ayuda de alguien que ya está allí; le cuenta su vida, aunque al final descubre que era su peor enemigo, un espía del rey».
«Los espías de esos años hacen trabajos oscuros, como siguen haciendo hoy en día; si tenían que eliminar a una persona, pues lo hacían», indicó el autor.
De Cora detalla que la documentación que había hallado «era un reglamento de la cárcel de Bicétre, que no encajaba con la novela» que estaba escribiendo por una cuestión geográfica, pero le pareció «valiosa y cercana».
«Los espías de esos años hacen trabajos oscuros, como siguen haciendo hoy en día»
Esa casualidad le proporcionó además otra curiosidad, que «es la invención en Bicétre, de una sopa -la 'soupe à la Rumford'- que va a ser el alimento único de los presos y que, tras ser adaptada por un cocinero moderno, volvió a tener fama porque es una sopa con muchas vitaminas y con un buen sabor, aunque la que servían en la cárcel era una bazofia».
José de Cora explica que escogió una atmósfera tan sórdida, que procura mantener a lo largo de su narración, «para transportar al lector a ese ambiente» y porque tendrá consecuencias en el trabajo posterior del protagonista de este relato.
Lugo
El autor remarcó que él es uno de los autores que han aportado cuentos a este volumen. De hecho, entre los 19 participantes en el proyecto, hay otro lucense: Francisco Narla, que colabora con el relato 'El legajo'. Basa su texto en un documento de un autor importante de la literatura española
De Cora y Narla participarán en la presentación de 'Retales del pasado' el día 16 de mayo durante la Feira do Libro de Lugo. Es uno de los diez actos de promoción que se han programado en España en los próximos meses para dar a conocer este volumen.
«No conozco la situación de Andalucía, pero en la defensa del patrimonio no hay fronteras»«
Otros creadores que han escrito para esta obra son Javier Negrete, Nerea Riesgo, Carlos Auresanz, María Pilar Queralt del Hierro, Magdalena Lasala y Carla Montero. Complentan el índice Olalla García, Teo Palacios, Sebastián Roa, Mado Martínez, Ricard Ibáñez, Ramón Muñoz, Manuel Sánchez Sevilla, Miguel Ángel Aceytuno, Javier Pellicer, Carolina Molina y Concepción Perea.
Los 19 escritores del libro ceden sus derechos de autor para la Biblioteca Viva de al-Ándalus, que es «una entidad dedicada al cuidado y protección del patrimonio andaluz», en palabras de sus promotores, que expresan su intención de que sirva «para paliar, aunque solo sea un poco, el abandono institucional que sufre la cultura española».
José de Cora apuntó que no dudó en responder positivamente a la petición que le hicieron porque, pese a confesar que no conoce a fondo la situación de Andalucía, «en la defensa del patrimonio no hay fronteras».
