Juancho Marqués: "El objetivo ya no es llenar estadios, sino juntar unos amigos y tocar"

El cantante de Aranjuez compone en el Paraíso. Baraja llamar así a su próximo disco. En el concierto de este sábado en el Auditorio do Mar de Vigo volverá sobre su repertorio
Juancho Marqués. DAVID MADRID
photo_camera Juancho Marqués. DAVID MADRID

EL CANTANTE y músico Juancho Marqués (Aranjuez, 1987) interviene este sábado en el Festival TerraCeo de Vigo. Ya tiene temas para un nuevo álbum, pero es prudente y volverá sobre lo conocido para evitar desconcertar al público: un repertorio basado en Álbum Uno (2019) y en Blue Sundays (2017).

Marqués procede del hip hop más puro, un estilo en el que triunfó como parte de Suite Soprano, y se ha ido abriendo a estilos casi contradictorios con el rap, como es el soul. El mismo recorrido lo llevó desde las letras de barrio a lecturas de Gramsci, Marcuse y Owen Jones, pero, marcadamente, a la poesía de Ángel González. Son guías en el manojo de incertidumbres e inseguridades que definen a Juancho Marqués.

Presénteme el concierto.
Vamos a interpretar lo que he sacado hasta ahora, los discos y algunos singles. Somos un bajista, un discjockey, un guitarrista, un teclista, un batería y yo. No sé si podremos usar el juego de luces porque es de día.

El teclista es Gabriel Fernández (Viveiro, 1998). ¿Cómo supo de él?
A través de un amigo común, en 2013. Estaba buscando unos temas instrumentales para Suit Soprano. Me hablaron de un chaval de 15 años que hacía cosas chulas. Llevamos varios años colaborando. Todos los músicos que me acompañan son jovencitos, de 20 o 21 años.

¿Busca su energía?
Son músicos talentosos y es más probable que no tengan un proyecto porque nadie haya apostado por ellos. Les falta experiencia, pero espero poder aportársela. Llevo quince años en los escenarios.

Gabriel Fernández se lo trajo a su estudio de Viveiro. ¿Qué importancia tiene en Álbum Uno?
Compusimos un tema, pero el próximo está escrito todo en Viveiro. Trabajamos en una casa apartada, en la calle Paraíso. Puede que se llame Paraíso. Colaboran músicos de Viveiro, gente que pasaba por el estudio y aportaba ideas, como el director de la banda o el del coro. Les consultamos. Hicimos bocetos de 13 o 14 canciones. Hay que producirlos. La intención es sacar algún tema a finales de año y el disco, en 2022.

Hábleme de la idea y del sonido.
Es recuperar la mirada sin perjuicios de cuando era niño. Es volver a conectar con las cosas, aprender y desaprender. Intento volver al origen. El desarrollo del sonido es usar los mismos instrumentos cambiando los ingredientes. El single será una sonata de diez minutos.

"Antes trabajaba la idea desde la música, ahora trabajo la música desde la idea"

Esos experimentos únicamente se le permiten a Robe Iniesta. Se nota Extremoduro detrás de algunas composiciones suyas.
Robe Iniesta es una influencia clara. Antes trabajaba la idea desde la música, ahora trabajo la música desde la idea. El objetivo ya no es llenar estadios, sino trabajar con tus amigos en lo que te gusta, juntar unos amigos y tocar.

¿Ese ánimo responde a la resignación? Usted pasa de cantar en escenarios ante miles de personas con Suite Soprano a contar 48 espectadores en el primer concierto en solitario.
La decisión de debutar en solitario no fue circunstancial. Fue un proceso. Te entran dudas. Ese concierto fue un shock, pero algo hizo clic en mi cabeza. Pensé en que no tenía nada, pero cuando había empezado con Suite Soprano tampoco tenía nada. Sabía que podía reiventarme siendo fiel a mí mismo. Si no hubiese hecho esto no sería tan feliz. Hacer lo que me apasiona me da una motivación.

Tras ese fracaso de los 48 asistentes pidió dinero a su padre y hermanos. ¿Confiaban en usted?
Somos cuatro hermanos. Hemos crecido compartiéndolo todo. Me hubiesen ayudado aunque no confiasen en mí.

Le preocupa que su música pueda gustar a sus hermanos.
Hay un imaginario de música urbana que sigues por el principio de imitación, por sentirte integrado en un grupo, aunque no pienses como ese grupo. Somos seres sociales y aprendemos cosas dañinas.

Usted está interesado en el ser social. Estudió Sociología.
Me interesa más ahora que cuando la estudiaba, que lo hacía por aprobar. En mi música y en mi vida siempre me he replanteado mi vida. Siempre pienso en el origen de la violencia. Ahora me intereso por la Historia para entender el presente. Empecé por Roma, ahora ando con los fenicios y los cartagineses. No soy muy lector. Escucho podcasts al acostarme.

Dígame un personaje que le atraiga.
Nerón, el emperador romano. Fue muy denostado por el conocimiento popular y por la intencionalidad de algunos historiadores. Era un tirano, pero no tocaba la lira mientras ardía Roma. También construía. Hizo la Domus Áurea, una casa de miles de hectáreas.

A veces destruye para construir desde cero.
Sí, pero la Domus Áurea se la hizo para él. Era un egoísta.

La muerte de su hermana lo llevó a descubrir la poesía.
La descubrí a través de Serrat. Mi padre nos ponía en el coche el disco en el que canta Elegía por la muerte Ramón Sijé, de Miguel Hernández.

Un día su padre lloró y les explicó a usted y a sus hermanos el significado que tenían para él esas canciones en relación con la pérdida de su hija.
Las cosas aparecen en momentos únicos que nos llevan a otros. Son cosas puntuales. Mi padre tuvo ese momento emocional.

Su padre es un hombre nacido en los años 50. Expresar las emociones no es habitual en los varones de ese tiempo.
Tampoco es habitual entre mi generación. Parece que somos menos hombres si expresamos lo que sentimos. Sufrimos una masculinidad tóxica que nos hace pensar que nos perjudica expresar sentimientos. Nos parece algo feminino. Debemos ser machos alfa.

Ese momento con su padre lo llevó a Miguel Hernández y, a partir de él, a Ángel González.
No soy un gran lector de poesía, pero esta mañana estaba leyendo un poema suyo, Para que me llame Ángel González. La confesión de mi padre me marcó. Me acepté como un ser emocional, que es lo que soy. Nunca es tarde para aceptarse. A partir de ahí empecé la apertura en la música.

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