Khalil apuesta en 'Ave María' por romper dogmas para comunicarse aunque sea por obligación: "Es mejor que matarse"

Su filme, con guión de Daniel Yáñez, fue el encargado de abrir la edición de este año del festival Amal
Basil Khalil y David Yáñez, director y guionista de 'Ave María'
photo_camera Basil Khalil y David Yáñez, director y guionista de 'Ave María'

Un grupo de colonos judíos que, tras sufrir un accidente, necesitan la ayuda de unas monjas cristianas con voto de silencio para regresar a su hogar es el punto de partida del cortometraje Ave María, del director palestino Basil Khalil, que centra esta historia en los territorios ocupados de Cisjordiania para evidenciar la necesidad en ocasiones de romper los dogmas religiosos en aras de la comunicación. "Es mejor que matarse", sentencia.

La pieza de Basil Khalil, con guión de Daniel Yáñez, fue la encargada de inaugurar este lunes la edición número 14 del festival Amal, que se abrió con una mirada especial hacia los refugiados y al papel de la mujer en el cine árabe. Rodada en árabe y hebreo, Ave María se sitúa en un convento cristiano de las Hermanas de la Misericordia en medio del desierto de Cisjordania, donde las monjas, con voto de silencio, dedican su día a la oración.

El aislamiento del lugar se romperá después de que una familia de colonos israelíes sufra un accidente de tráfico contra el convento durante la jornada del Shabat, que impide a los judíos emplear aparatos electrónicos, y, por lo tanto, un teléfono para pedir auxilio. Frente a esto, su única ayuda será la de la comunidad de monjas que se aferran a su propio dogma religioso, el voto de silencio. "No nos hemos esforzado en hacer una comedia, poner a estas personas juntas es tan ridículo que resulta gracioso, aunque para ellos la situación sea terrible", dice el director, que destaca de que forma este tipo de conflictos se ven como "ridículos" desde fuera y traslada esta situación al enfrentamiento entre palestinos e israelíes: "El conflicto es tan ridículo que hace mucha gracia que continúe a día de hoy".

ROMPIENDO LAS REGLAS RELIGIOSAS Director y guionista intentan hacer ver al público que las reglas dogmáticas religiosas "fueron hechas por los hombres" y "no pasa nada si las rompes". "Si las doblas un poquito, puedes vivir un poco mejor", ha indicado el cineasta, que anima a las personas que han nacido en una religión a "cuestionarse" si sus reglas tienen sentido. "Las reglas religiosas han impedido la comunicación de manera muy primordial. Para estas personas esas reglas son de vida o muerte, pero cuando las rompen, ven que el cielo no se cae", resume Basil Khalil. No obstante, el optimismo de la cinta es sólo moderado, ya que los dos grupos acaban rompiendo sus normas por necesidad y no porque entiendan que son irracionales. "No quieren ayudarse porque se aman, si no porque las circunstancias les obligan, porque cada grupo quiere volver a su vida y a sus normas, pero es mejor que matarse los unos a los otros", ha sentenciado el director.

IMPONER LA RELIGION Para Basil Khalil, uno "de los problemas de oriente medio" es que la religión "no se vive como algo individual", sino que se "exterioriza" y se busca "imponer a los demás". Del mismo modo, alerta, "cuando hay violencia, eso envalentona a otras personas a utilizar la violencia". Del modo en el que se plasma en la cinta, en Israel y Palestina se da la paradoja de que las personas más mayores son las más abiertas al diálogo. "La generación joven está cada vez más a la derecha, al contrario de lo que pasa en otros países", ha apuntado el director, que atribuye esta situación a la falta de contacto entre israelíes y palestinos. "En los años 60 o 70 la sociedad árabe y la israelí se mezclaban más, pero ahora no hay casi contacto", lamenta. Basil Khalil ha expresado su sorpresa por haber sido invitado a inaugurar el Festival Amal y por conocer que la cita internacional de cine árabe de Compostela cumple su 14 aniversario, ya que "es positivo que la gente aprenda a ver otro tipo de cine, con otro tipo de voces". Con el exitoso periplo de 'Ave María', Basil Khalil ha conocido "multitud de festivales de cine árabe", aunque reconoce que la cinta ha gustado también en los festivales judíos. "El mensaje se entiende bien en todas partes", sentencia.

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