Sorprende la aparente desgana con la que la gran industria discográfica acoge este miércoles -sin lanzamiento a la altura de cifra tan redonda- el décimo aniversario de la muerte de Rocío Jurado, la artista que se acomodó con justicia al sobrenombre de La más grande tras despachar en vida 16 millones de copias.
"El vacío que dejó Rocío nunca se llenará. Había muchas cosas que la hacían única, como su gran voz, poderosa y llena de matices, versátil y ecléctica, y su figura, su personalidad, sus grandes interpretaciones, su repertorio... Todo eso la hacían una artista irrepetible", destaca la intérprete sevillana Pastora Soler.
Treinta y tres álbumes, desde Proceso a una estrella (1967) a Rocío... siempre (2006), jalonan los casi 40 años de carrera discográfica de la diva gaditana, a los que desde hace unos días hay que sumar la antología Esencial Rocío Jurado (Sony Music), lanzada al mercado sin prácticamente ninguna promoción en medios.
"Su figura está totalmente desatendida, sobre todo a nivel musical, porque en temas de corazón sí estamos al tanto de todo. Me da mucha pena que se quede solo en el recuerdo para fans, cuando ha sido alguien tan importante", destaca Joaquín Hurtado, coordinador de Radiolé.
El periodista, que este miércoles, de siete a once de la mañana, le rendirá homenaje en el programa Café olé, se queja de que en todos estos años no se haya instituido ni un premio bajo su nombre ni se haya celebrado un gran evento en su honor, más allá del acto que reunió en abril a su hija Rocío Carrasco y a su viudo, Ortega Cano, en la presentación en el Teatro Real de un sello conmemorativo.
En aquella estampa se utilizó la fotografía de César Lucas para el disco Punto de partida (1989), aunque los versados en su obra y las cifras mismas indican que mejor "acogida" tuvo y sigue teniendo Señora (1979).
«Representó la eclosión de la unión de la Jurado y de Manuel Alejandro como autor, pues en ella encontró a la mejor voz para sus canciones», opina Hurtado, quien destaca además el carácter rompedor del reportaje interior del álbum, "muy sensual".
Entre los grandes hitos discográficos de la cantante tampoco pueden olvidarse los álbumes Paloma brava (1986), Como una ola (1981) y Como las alas al viento (1993), que supuso su resurgimiento en ventas.
No obstante, según indica Sony Music, que publicó este y gran parte de sus álbumes, "lo que realmente tiene ventas y busca la gente" a día de hoy, más que un álbum suyo en concreto, son grandes éxitos, sobre todo los publicadas en el año de su muerte: Señora antología (40.000 unidades) y Rocío siempre (80.000).
Desde entonces, informa Promusicae, no consta ningún otro disco de oro o platino ni ningún otro álbum suyo entre los más vendidos del año.
En estos años de ausencia ha habido varias compilaciones de éxitos, "pero ni abarcan todo el repertorio, ni incluyen canciones remasterizadas ni una carátula a la altura siquiera", lamenta Néstor E. Martínez, secretario de prensa y comunicación del Club de Fans de Rocío Jurado, antes de añadir que echa de menos "más empeño" por parte de las discográficas.
"De Rocío hay mucho material y entendemos que también hay mucha grabación inédita, porque podía entrar al estudio y grabar una canción del tirón", afirma.
En este sentido recuerda Azabache. En plena eclosión de la Expo 92 de Sevilla, llegó este espectáculo diseñado, escrito y dirigido por Gerardo Vera, que incluía 540 trajes y 180 mantones, además de 140 músicos y bailarines, 60 técnicos, un decorado para cada canción y cuatro mitos de la canción española: la Jurado, Imperio Argentina, Juanita Reina y Nati Mistral.
"No se ha editado y es una pena, porque la crítica de la época lo consagró como el punto más álgido de su carrera, junto a una orquesta excepcional, una producción muy cuidada y en un auditorio impresionante", recuerda.
Martínez enmarca esa tónica con los últimos tiempos de la carrera de Rocío, en los que su relación con las casas de discos "se enfrió". "Salió de Capitol/EMI medio peleada y, a su paso por Sony, no se le dio el respaldo que esperaba y merecía, particularmente en América", considera.
No tuvo suerte tampoco en su fichaje en el año 2000 con Azteca Music, una casa de discos impulsada por el canal TV Azteca, que habría constituido una asociación ideal para la promoción del álbum La más grande (2001), de no haber sido porque la compañía quebró.
Hoy, día en el que se cumplen diez años de su muerte, Chipiona sí conmemorará el aniversario con una ofrenda floral en el cementerio y una misa, que se celebrará el próximo sábado. Unos eventos para un pueblo de poco más de 19.000 habitantes en el que el cariño por Rocío Jurado, la artista que paseó el nombre de Chipiona por medio mundo, es inmortal.
"En el pueblo da igual por donde pases, desde la calle se escucha que en cada esquina cualquiera está limpiando su casa con música de ella. Aunque hayan pasado diez años, ella sigue cantando en Chipiona", dice un concejal.
Él es uno de los cuatro miembros del equipo de gobierno municipal que curiosamente lleva el apellido Jurado, lo que da idea de la amplitud de las ramas de la familia de una artista que, en una ocasión, no dudó en invitar a su casa de Madrid a todos los vecinos de Chipiona que en un autobús viajaron hasta la capital para verla actuar.
