Tienen entre 25 y 35 años, son gallegas y, por lo general, dieron sus pinitos en la televisión autonómica. Este es el perfil de la nueva hornada de actrices nacidas en Galicia que forman parte del reparto de muchas de las series y filmes de más éxito hoy en día.
Es el caso de María Castro (Vigo, 1981), convertida ya en un auténtico icono juvenil, que despuntó como Paula Barreiro en Platos Combinados antes de dar el salto a la fama con Sms y Sin tetas no hay paraíso. Ahora está a punto de estrenar la segunda temporada de Tierra de Lobos en Telecinco, donde interpreta a Elena Valdés. También entre la cuadrilla de Miro y Balbina dio los pinitos Miryam Gallego (Ourense, 1976), ahora asentada como Lucrecia en Águila Roja, que viene de comenzar su cuarta temporada en TVE. De vuelta al canal de Fuencarral, María Vázquez (Vigo, 1979) espera turno parael estreno –previsto para este otoño– de la serie futurista 2055, en el que será su vuelta a una escena estatal donde ya había tenido papeles en Hospital Central o Ana y los siete. En sus dos últimos trabajos había sido Iria en Padre Casar y Mar en 18 comidas.
Pero si hay una serie en la que Telecinco tiene puestas gran parte de sus esperanzas, esa es Homicidios, estrenada el pasado martes y en la que Celia Freijeiro (Vigo, 1983) y Eduardo Noriega tratan de resolver crímenes. El buen momento de esta otra viguesa se completa con el rodaje de Todo es silencio, la adaptación del libro de Rivas que está haciendo José Luis Cuerda. Alegría Sola (Ourense, 1978) es otra de las gallegas que triunfan, en su caso en el melodrama de TVE Gran Reserva. Aunque ahora está centrada en el teatro, antes la pudimos ver en series como O Nordés u Os Atlánticos, de la TVG.
A quien no encontraremos en estos días en la pequeña pantalla es a Marta Larralde (Vigo, 1981). Tras pequeños papeles en el cine en Mar adentro o El penalti más largo del mundo, dio el salto a las series estatales, despuntando en Hospital Central como la doctora Luna. Quien tampoco está ahora en la parrilla es Sara Casasnovas (Ourense, 1984), que después de triunfar con Amar en tiempos revueltos llevó su prometedora carrera a las tablas del teatro (Electra) y al cine, primero con Arriya y ahora con Sinbad, la adaptación del clásico de Cunqueiro que se encuentra en posprodución. En la misma serie que lanzó a Casasnovas, Ana Turpin (A Coruña, 1978) dio vida a Andrea Robles. Ya afamada por su papel en La señora, la coruñesa prueba suerte en el teatro con la obra original de Agatha Christie La ratonera.
Quien continúa con éxito su periplo por las series estatales es la sobrina de Pepe Domingo Castaño, Cristina Castaño (Vilalba, 1978). Judith en La que se avecina había sido hace ya 10 años a antecesora de María Castro en la piel de Paula en Platos Combinados, cerrando así el círculo de las nuevas intérpretes gallegas que seducen hoy con las suyas dotes el pleno prime time.
La nueva hornada 'made in Galicia'
