La figura de Manuel Torres, el insigne pintor marinense, será recordada a lo largo de este mes por el Concello y el Ateneo Santa Cecilia coincidiendo con el vigésimo aniversario de su fallecimiento, el 10 de mayo de 1995.
Los actos programados comenzarán el próximo jueves a las 20.30 horas en el Museo que lleva su nombre. La Concellería de Cultura inaugurará una exposición del artista y el Ateneo Santa Cecilia, del que fue socio fundador el homenajeado, llevará a cabo la iniciativa Torres na lembranza, con la que se pretende recordar la figura del pintor.
El pintor marinense vino al mundo el 17 de junio de 1901 en una casa de la calle Calzada y falleció el 10 de mayo de 1995
La muestra permitirá al visitante hacer un recorrido por la amplia y diversa trayectoria del artista. Compuesta por más de medio centenar de obras, en esta ocasión no se ha querido dejar atrás prácticamente ninguna de las especialidades de Torres: óleo, acuarela, pastel, dibujo y grabado.
«En las diferentes salas colgaremos trabajos de las diferentes épocas del artista, sin que falten los bodegones, los paisajes, las estampas de la Banda do Río marinense o las figuras expresionistas», explica el responsable del Museo, Alberto Mallo Area.
La exposición estará abierta durante las próximas semanas y es una magnífica ocasión para disfrutar de nuevo del magnífico legado del insigne pintor marinense. El resto del año una de las salas está dedicada de forma permanente a sus trabajos.
Por su parte, el Ateneo reunirá el jueves al pintor Antón Sobral; al encargado del Museo, Alberto Mallo; a la alcaldesa, María Ramallo, y al presidente de la entidad cultura, Lois González Dopazo. En el acto se proyectará un documental sobre Manuel Torres y se escuchará una entrevista, terminando con un coloquio sobre la figura del artista.
El 17 de junio de 1901 nacía en la conocida calle Calzada de Marín un niño que recibió el nombre de Manuel Torres Martínez. Actualmente, casi 114 años después y al cumplirse 20 de su fallecimiento, su pueblo le homenajeará de nuevo, en reconocimiento al pintor de gran talento e insigne trayectoria en que se convirtió aquel niño.
Además de su trayectoria artística, estuvo muy ligado a la actividad cultural, participando incluso en la fundación del Ateneo Prolífico
Marín recuerda de forma permanente a su pintor más destacado de manera notoria de la mejor forma en que puede honrarse a un artista, dándole su nombre al museo municipal de su pueblo natal. El edificio se inauguró el 23 de marzo de 1992 y la colaboración de Torres fue fundamental para que el proyecto viese la luz.
El Museo nació con la donación de 77 obras por parte del artista en 1989. En años sucesivos fue entregando otros trabajos, incluso algunos realizados en 1917, cuando solo tenía 16 años. Cuando falleció, en mayo de 1995, dejó al Museo más de 500 dibujos, apuntes y bocetos.
Trayectoria. Torres fue autodidacta y se dedicó a la pintura con pasión, tal y como atestigua su extensa y fecunda obra. Para inspirarse tomaba como lienzo natural la realidad que le rodeaba, por ello sus cuadros están llenos de paisajes del pueblo y de sus gentes retratadas en escenas costumbristas. También mostró una gran determinación por enseñar lo que sabía a los demás y, así, se dedicó a dar clase en escuelas públicas, como fue el caso de una parroquia viguesa en la cual entró en contacto con otro pintor, Carlos Maside. También publicó caricaturas en periódicos vigueses durante la década de 1920 y la República.
Su trayectoria se disparó en los años siguientes tras ser becado por la Deputación de Pontevedra para estudiar en Madrid, donde participaría en la Muestra de Arte Gallego en 1928. Otra beca le dio la posibilidad de viajar a París en 1931 y visitar museos sin parar. Después llegarían las exposiciones individuales en Galicia y la exploración de diferentes técnicas en su pintura.
El pintor Manuel Torres también supo combinar los pinceles con la vida social y cultural marinense. Fue un gran impulsor de la cultura en el municipio y, de hecho, consta como socio fundador del Ateneo Santa Cecilia.
Benefactor Sus donaciones fueron el origen del Museo. En 1989 entregó 77 obras, superando las 500 en el momento de su muerte
Su huella en Marín es palpable y el pueblo se lo reconoció nombrándole Hijo Predilecto de Marín en 1992, tres años antes de su fallecimiento, el 10 de mayo de 1995. Marín quedaba huérfano de sus pinturas, de su modo de ver la realidad que le rodeaba y de su forma de plasmarla en el lienzo con figuras humanas muy voluminosas y utilizando siempre el color, pero Marín perdía, sobre todo, a la persona.
El museo que lleva su nombre le recuerda cada día con la exposición permanente que puede verse colgada en sus paredes, los alumnos de las escuelas de pintura cercanas emulan sus obras y, de este modo, el nombre de Manuel Torres continúa vivo.
