Novos Cinemas, un festival de 'Correntes'

Desarrollar un apartado formativo en torno al audiovisual es una de las apuestas más importantes del Festival Internacional de Pontevedra Novos Cinemas, que se inauguró ayer en la ciudad y que se prolongará hasta el 2 de julio. Por eso, el equipo que monta la programación del evento, dirigido por Ángel Santos, Suso Novás y Daniel Froiz, decidió abrir la edición de este año del festival con las piezas realizadas por alumnos de la Universidade de Vigo dentro del taller Correntes, que tiene al río Lérez como eje temático y que este año se encargó de impartir el cineasta Óliver Laxe.

La proyección de los trabajos, que tuvo lugar por la tarde, fue la primera actividad oficial de un evento que llega a su segunda edición aspirando a la consolidación. "O noso obxectivo é que Pontevedra faga seu este festival de cine", dicía esta semana Ángel Santos. "A nosa aposta pasa por seguir traendo filmes á cidade que sabemos que doutra maneira non chegarían".

Eso mismo, traer películas a la ciudad que no llegan de otra manera, e involucrar a los cineastas en experiencias formativas es ya marca de la casa de Novos Cinemas. Así, dentro del festival, Óliver Laxe, además de impartir el taller Correntes, es el autor de la película de clausura, Mimosas (Premio de la Semana de la Crítica de Cannes).

Del mismo modo, el otro protagonista de la jornada inaugural, el cineasta argentino Matías Piñeiro, además de ser homenajeado en la edición de este año, impartirá un seminario y centrará una retrospectiva. "É un referente do novo cine arxentino, aínda que as súas películas non se poden ver máis alá dos festivais", lo presentó Angel Santos. Suya fue la película que abrió las proyecciones, Hermia & Helena. "Esta es mi primera vez en Pontevedra, pero Galicia, por una razón u otra, siempre termina atrayéndome", explicó Piñeiro, que recordó su origen gallego.

FIESTA DE BIENVENIDA. El apartado más lúdico de la jornada inaugural se desarrolló en dos fases. Una primera tuvo lugar en el Teatro Principal, antes de la proyección de la película de Matías Piñeiro, cuando se desarrolló un photocall en el que participaron invitados y autoridades. La segunda, a partir de las once de la noche, tuvo como escanario la sede del Liceo Casino. Allí se celebró un cóctel de bienvenida.