Paco León vuelve a la dirección con 'Kiki, el amor se hace'

En esta ocasión nos presenta una comedia romántica "erótico festiva" en la que mantiene "la improvisación", propia de sus anteriores trabajos, pero se aleja de su familia, aunque reconoce que "alguno hay entre los figurantes"
El actor y director Paco León, durantre el rodaje de la pelicula 'Kiki, el amor se hace'
photo_camera El actor y director Paco León, durantre el rodaje de la pelicula 'Kiki, el amor se hace'

Paco León (Sevilla, 1974) se consolida poco a poco como director con la película Kiki, el amor se hace, una comedia romántica "erótico festiva" en la que mantiene "la improvisación", propia de sus anteriores trabajos, pero se aleja de su familia, aunque reconoce que "alguno hay entre los figurantes".

"De verdad, de verdad, no tenía ninguna intención de convertirme en director, pero así, a lo tonto, ya voy por tres (films)", bromea León en una entrevista.

Con doblete en la cinta como actor y director, en este caso no es el ideólogo ni el productor de la misma, ya que ha sido un "encargo" de Vértigo Films y Telecinco Cinema, pero él la siente ya tan suya que ni se acuerda de la original, según ha explicado el actor conocido por su papel de Luisma en la serie Aída.

Kiki, el amor se hace son cinco historias "románticas y sexuales", interpretadas por Natalia de Molina y Álex García, Candela Peña y Luis Callejo, y Mari Paz Sayago y Luis Bermejo, y otros actores como el propio León, Belén Cuesta o Alexandra Jiménez.

Se trata de "una consigna sobre que el amor y las parejas se construyen follando, básicamente, haciéndolo y practicándolo, un canto también a la diversidad sexual y a que todo el mundo le pica algo y hay que atender a esos picores y a esas filias", ha explicado el actor sobre la que es su tercera película como director, tras Carmina o revienta (2012) y Carmina y amén (2014).

La dacrifilia (excitación con las lágrimas o el llanto), la somnofilia (excitación al interactuar sexualmente con otro en estado de sueño) o la harpaxofilia (el placer de ser robado) son algunas de estas filias de las que habla la película, a las que se unen otras prácticas como la "lluvia dorada" o la "erotolalia" (estimulación al hablar de sexo), en palabras de León.

Todas les surgirán a los protagonistas como el único modo para obtener placer y deberán decidir cómo integrarlas en sus vidas.

El rodaje, que comenzó el pasado 10 de agosto y al que todavía le quedan dos semanas, se sitúa en diversos emplazamientos de Madrid, como la carabanchelera capilla del Centro de Formación Profesional Las Acacias, donde esta semana se ha rodado una de las secuencias.

En concreto, la del entierro al que asisten los feriantes Candela (Candela Peña) y su marido (Luis Callejo): ella padece dacrifilia, es decir, solo se excita cuando su pareja llora, por lo que, como explica León, "en el entierro se excita muchísimo".

"No es una comedia pura, sino que es una mezcla con el drama y la improvisación", ha explicado el director, algo habitual en sus anteriores películas que él quiere conservar porque lo identifica como "su sello".

Los sentimientos, los miedos y sobre todo la sexualidad protagonizan una película que trata de romper tabúes, sin renegar del placer ni del amor, porque para León "puede haber sexo sin amor y amor sin sexo, pero el puntazo es que estén juntos".

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