Ana Carbajales: "Lo que busco con mis novelas es que la gente pueda sentirse identificada"

La escritora asturiana, afincada en Pontevedra, acaba de publicar su segunda obra: 'Nuevas partituras'
La escritora asturiana Ana Carbajales, afincada en Pontevedra desde dos décadas. DP
photo_camera La escritora asturiana Ana Carbajales, afincada en Pontevedra desde dos décadas. DP

Sucedió de casualidad. Ana Carbajales llevaba ya más de veinte años sin escribir, tras haber compuesto una obra de teatro que, por la disolución del grupo que iba a realizarla, nunca se llegó a representar. Sentada en la sala de espera de un centro médico, su vista se focalizó en los pacientes que aguardaban su turno en el ala de psicología. Sin darse cuenta, comenzó a elaborar un perfil de cada uno de ellos, psicólogo incluido, y esa misma noche pensó que debía, o más bien quería, trasladar esas ideas al papel. Así nació Lejos del diván, su primera novela.

Hoy, dos años después de su estreno literario, Carbajales acaba de publicar su segunda obra, Nuevas partituras (Editorial Círculo Rojo): una novela intimista que se desarrolla en torno a un hombre cuyo pasado, tanto para él como para las autoridades, permanece en un blanco que no podría estar más oscuro.

Cuando se le pregunta cómo nació su pasión por la escritora, pese a que esta no desembocara en una obra hasta pasados los cincuenta años, Carbajales se retrotrae con facilidad hasta su infancia: "Siempre me gustó escribir. Desde que aprendí, siempre tuve mis diarios. Y escribía cualquier cosa: que te levantaste, desayunaste, fuiste al colegio, volviste o jugaste con esta y con el otro".

"En la adolescencia empecé a escribir otro tipo de cosas. Reivindicaciones en el instituto, que se extendían por allí, con mis compañeros. Siempre estuve unida a un bolígrafo y a un papel. A lo mejor solo para desahogarme", declara antes de extenderse en sobre si su 'qué quiero ser de mayor' tenía el oficio de escritora como deseo: "Yo nunca dije: quiero ser escritora. Me gustaba escribir, me sentía mucho más a gusto que hablando, pero nunca pensé que escribir podía ser algo que yo pudiera hacer. He leído durante toda mi vida y me parecía complicadísimo escribir un libro, tener en cuenta tantos aspectos y mantener la atención del lector durante toda la obra. Por eso no me lo planteaba".

"Me sentía mucho más a gusto escribiendo que hablando, pero nunca pensé que pudiera ser escritora", explica

Sus acercamientos, cartas al director, o aquella obra de teatro para un grupo local que nunca llegó a ver la luz —tenía 25 años—, habían quedado en un pasado en el que siempre priorizó otros aspectos de su vida: "Estuve muchos años sin escribir porque con 25 años, al menos en mi caso, creo que necesitas cerrar otros aspectos de tu vida, como encontrar trabajo, prepararte o tener una familia". 

Sin embargo, ya con su vida encaminada, con su hija independizada, llegó aquel episodio en la sala de espera de un centro médico que desembocó en la aventura que todavía sigue viviendo. Esa nueva faceta de su vida, la de escritora, que comenzó con la intención de ser compartida solo con ella misma: "Ni siquiera tenía la idea de escribir un libro. Aun cuando lo acabé, no pensé en ningún momento que podía ser una novela, que podía publicarlo. Yo escribía para mí, para mi satisfacción", confiesa Carbajales.

El manuscrito llegó a manos de su pareja y sus hermanos, sus primeros lectores, y estos la animaron a intentar publicarlo: "Me dijeron que estaba bien. Pero son tus hermanos y tu pareja: qué te van a decir". "Me insistieron tanto que solicité un informe literario, aunque al principio me pareciera una locura. Cuando el crítico literario me dijo que le gustaba, me vine muy arriba. Si un crítico dice que está bien, a lo mejor es que de verdad está bien", comenta sin esconder los miedos que por aquel entonces rondaban por su cabeza: "Tenía muchísimo miedo a fracasar, porque una escribe y sabe lo que quiere transmitir, pero realmente no sabe, hasta que lo leen los demás, si ha llegado a transmitirlo". La tirada, que en un principio pensaba que se iba a quedar en unos 20 o 30 ejemplares para sus allegados, acabó por llegar a los 300. El estreno de Lejos del diván, su primera obra.

Una vez publicada, eso sí, Carbajales sabía que ya no iba a poder parar: "Me pareció tan satisfactorio que me dije: ‘Esto es lo que quiero hacer en mi tiempo libre’. Siempre envidié a la gente que tenía aficiones, algo con lo que ocupar su tiempo libre, con lo que ilusionarse. Y encontré la mía en la escritura". 

"Tenía mucho miedo a fracasar. Una escribe y sabe lo que quiere transmitir, pero no si podrá llegar a transmitírselo a los demás", apunta

Oriunda de Asturias, Carbajales llevaba ya casi 20 años afincada en Pontevedra, por lo que quiso que su segunda novela se desarrollara a caballo entre Olivenza y la ciudad del Lérez: "La idea surgió con una noticia que leí en un periódico de Pontevedra hace dos años, así que quise aprovecharlo para hablar de la ciudad. Llegué aquí con la intención de quedarme tres o cuatro años y llevo ya casi veinte. Quería hablar de esta ciudad pequeña, acogedora, bonita. Me parecía una pena no poder elogiarla en un libro". 

Su literatura, que ella misma define como Ana Carbajales, se puede encontrar en sus dos obras, pese a que la segunda tenga en el suspense el eje central sobre el que girar: "Nuevas partituras es una obra de intriga, hay una incógnita, pero yo creo que es una novela intimista. Lo que más me gustó de la gente que leyó Lejos del diván fue que se identificara con algunos de los personajes. Porque me di cuenta de que la gente se lo creía. Significa que ese personaje les ha llegado. Y eso es lo que pretendo con mis libros", declara sin ambages. 

Unos libros que, por supuesto, no tienen pensado detener su contador en el número dos. Porque ya lo dice el dicho: "Quiero pensar que no hay dos sin tres. Vamos a esperar, que acaba de salir Nuevas partituras, quiero pensar que a la gente le va a gustar y que eso me va a animar más todavía. Que va a haber un tercero. Me encantaría", sentencia Carbajales.

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